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Una reflexión sobre la Casa Real

jueves 15 de noviembre de 2007, 13:35h
Yo soy republicano, pero creo que el papel del Rey ha sido decisivo para que España sea una democracia y, por tanto, creo que la Monarquía constitucional es el mejor sistema político que hoy por hoy podemos tener en España.

Y digo esto porque en este país cainita en el que nos ha tocado vivir, la Corona es la única institución que puede vertebrar el Estado. Digo aún más: si alguna vez me entra un fervor republicano, solo tengo que hacer el ejercicio de pensar qué hubiera sido de nosotros si España hubiera sido una Republica en la época de mayorías de José María Aznar… y con Aznar de presidente. Casi ná! Se me pasa enseguida, seguro, el fervor republicanista.

En los años que tuve alguna responsabilidad política o pública, siempre di muestras de mi lealtad a la Corona. Desde esa lealtad me permito hacer esta reflexión.

No creo que sorprenda a nadie diciendo que la Corona es patrimonio de todos los españoles; de todos, sean del centro, de la derecha o de la izquierda, incluso de los antimonárquicos y, por lo mismo, es absolutamente necesario un gran pacto de Estado, para conseguir que la Monarquía se consolide para siempre.

A SM el Rey le estamos agradecidos los españoles que vivimos la transición. Sin embargo, todos aquellos españoles que se han hecho adultos en democracia ya no tienen ese sentimiento de gratitud. En general, para esa generación la Monarquía es una parte del Estado al igual que lo es la Justicia o cualquier otra Institución. Instituciones a las que sí se respeta, razón por la que los miembros de la Casa Real deben de ser un ejemplo de profesionalismo, ya que eso es lo que genera el respeto.

En una entrevista concedida hace unos años, Su Majestad el Rey decía que su esposa la Reina era una profesional. Estamos de acuerdo y, entre otras cosas, por eso la admiramos y pensamos que esa manera de ser profesional tiene que constituir el modelo a seguir.

No es profesional que la familia real ocupe mas espacio en los programas y revistas de corazón que en los de carácter general.

No es profesional que se pueda formar la imagen de frívolos, ociosos, deportistas, siempre practicando deportes caros y elitistas para el entender popular, como son la caza mayor, el esquí y la vela.

No es profesional que en todas las vacaciones haya reportajes de la familia real, en Baqueira esquiando en Navidades, o en verano en Palma, participando en regatas en veleros carísimos y patrocinados por marcas comerciales.

Cuando la familia real estaba compuesta por los reyes, el príncipe y las infantas, era razonable que en las llamadas fotos de familia estuvieran todos. Hoy la familia del rey ha crecido y han llegado nuera, yernos y bastantes nietos. Esa foto de familia de ahora provoca reacciones negativas basadas en la falsa percepción de ciudadanos que piensan que hay demasiada gente viviendo del erario público. Tal vez la foto de familia debería circunscribirse a la línea sucesoria directa; es decir, los Reyes, los príncipes de Asturias y las infantas, sus hijas. Y esa foto reducida debe hacerse sólo en la época familiar por antonomasia, que es la Navidad. No me cabe duda de que sobra la del veraneo.

Entre la sociedad de Neguri parece ser que se decía “Líbrenos el Señor de los yernos emprendedores”. Los yernos del rey pueden ser todo lo emprendedores que quieran, pero tienen que tener especial cuidado en que lo que emprendan nadie pueda pensar que lo hacen por ser los yernísimos. También deben ser y parecer profesionales. Y si hay que poner un ejemplo de cómo actuar, el mejor seria la discreción del Dr. Zorita, esposo de Dª Margarita, la hermana del Rey.

El príncipe de Asturias ha disfrutado de una educación completísima y privilegiada. Pero antes de conocer a doña Letizia empezaban a correr rumores sobre su vida frívola, poco profesional, rodeada de un grupo de amigos, solteros de oro, que daba la impresión que lo podía llevar a ser alguien parecido a Alberto de Mónaco: un profesional, sí, pero de la prensa del corazón. No cabe duda de que España no es Mónaco, y de cumplirse el vaticinio anterior hubiera levantado ampollas. Afortunadamente, el príncipe acabó con la frivolidad y se casó con doña Letizia. Hoy en día conoce perfectamente los temas de Estado, está al tanto de la actualidad política y económica y, según dicen los que lo tratan, ha adquirido una madurez intelectual envidiable y se ha convertido en un verdadero profesional. Sin duda, ése es el camino para que el día que se cumplan las previsiones sucesorias sea respetado por todo el mundo.

Los acontecimientos en los que se ha visto envuelta la familia real, remontándonos a la boda del príncipe Felipe con una plebeya y divorciada y los mas recientes de la pérdida de la paciencia del rey en Chile y la separación de la infanta Elena de Jaime Marichalar, humanizan a la familia real, como decía Josep Ramoneda en su columna de El País, y crean una cierta empatía, hacen que los veamos mas parecidos a nosotros; pero eso mismo obliga a los miembros de la familia a ser mas profesionales si cabe.

Ni los cuatro exaltados que han quemado algún retrato del rey, ni los que lo atacan impunemente desde posiciones de extrema derecha tienen peso específico alguno en nuestra sociedad. Por eso, en cuanto pasen las elecciones, gane quien gane, los principales partidos deberían sellar un pacto de Estado y, si me apuran, hacer bandera de ello en sus programas electorales.

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* Julio Feo es Experto en comunicación, fue secretario general de la Presidencia con Felipe González
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