El alcalde, Juan Ávila, y el delegado provincial de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Rogelio Pardo, han sido los encargados de depositar una corona de laurel en la fosa 1 de la fila 1 del cementerio municipal, donde en 1946 se depositaron las cenizas de las víctimas.
Hay que recordar que la ciudad de Cuenca rindió homenaje a las víctimas de este hecho histórico entre 1878, cuando se erigió un monumento dedicado a ellas en la confluencia del Campo de San Francisco y la calle Las Torres, y 1944, cuando fue derribado por orden de la Jefatura Provincial de la Falange Española.
El vicepresidente del Ateneo de Cuenca, el profesor Ángel Luis López Villaverde, ha explicado que el objetivo del Ateneo de Cuenca al proponer retomar esta tradición en el cementerio municipal es "recuperar este espacio como un lugar de memoria común de todos los conquenses, dedicado a la concordia, la tolerancia y la libertad, y que recuerde las nefastas consecuencias de las guerras y las represalias".
López ha querido agradecer a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cuenca su apoyo a esta iniciativa que partió inicialmente de Matías Alonso, un conquense afincado en Valencia.
Por su parte, el alcalde ha destacado la importancia de que "los pueblos conozcan su historia para no repetir los errores y aprender de los aciertos". Asimismo, ha manifestado la voluntad del Ayuntamiento de que el acto de hoy tenga continuidad en el futuro, vinculado a otras iniciativas de índole cultural y académica.
Por su parte, el delegado de la Junta de Comunidades ha felicitado al Ateneo de Cuenca y al Ayuntamiento por una iniciativa que ha calificado "de concordia y pedagógica", al tiempo que ha recordado que "la Guerra Carlista que dio lugar a este saqueo fue consecuencia de un hecho discriminatorio contra la mujer, lo que hoy condenamos de forma unánime". Por eso, se ha mostrado satisfecho de participar en un acto "a favor de la igualdad".
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