El 98% de los coches españoles no usa sistemas de seguridad avanzados, que evitarían 420 muertes
El 98% de los turismos que circulan en España no tiene implementados
mecanismos de seguridad avanzados que, de aplicarse, podrían evitar hasta el
27,5% de los accidentes con víctimas y 420 muertes (el 2%) al año, según un
estudio publicado este miércoles por la Fundación Línea Directa, que emplea
datos de siniestralidad de 2012.
miércoles 16 de julio de 2014, 19:57h
El director general de la Fundación, Francisco Valencia, ha
lamentado que la implantación de los sistemas tecnológicos de prevención de
accidentes está siendo "muy lenta" en el país y ha apuntado al
desconocimiento de estos sistemas por parte de los españoles como una de las
causas de que los nuevos vehículos los lleven incorporados, cuando no vienen de
serie.
A ello contribuye, según ha indicado, el hecho de que el afán
de diferenciación de los fabricantes del coches empleen hasta 67 siglas y
nombres distintos para tan solo cuatro de estos mecanismos.
De hecho, ha asegurado que el 96% de los conductores españoles
"desconoce completamente" los sistemas de prevención de accidentes
por sus siglas y el 54% "tampoco sabe si su vehículo dispone de alguno de
ellos".
El documento de la organización, titulado 'Estudio sobre los
Sistemas Tecnológicos Avanzados para la Prevención de Accidentes de Tráfico',
se centra en el estudio de la eficacia de cuatro de estos dispositivos según
los test de la Organización Europea de Valoración de Coches Nuevos (EuroNCAP,
por sus siglas en inglés) y los compara con los datos de los 83.115 accidentes
que se produjeron en 2012.
CUATRO MECANISMOS QUE EVITARÍAN
ACCIDENTES.
Según estos datos, solamente el sistema de Frenado de Emergencia
Autónomo podría haber evitado hasta un 19,1 por% de los accidentes con
víctimas, reduciendo así el 10,6% de los fallecidos, el 13,2% de los heridos
graves y el 21,3% de los heridos leves.
Este dispositivo, según ha explicado Valencia, es capaz de detectar
un obstáculo (como, por ejemplo, otro vehículo) y frenar de forma autónoma para
evitar colisionar tanto en ciudad como en carretera.
Por otra parte, el mecanismo de Ayuda al Mantenimiento del
Carril, cuya denominación más conocida es LKA, podría haber evitado según el
estudio el 2,7% de los accidentes con víctimas, la mayor parte de estos con
víctimas mortales (un 5,7% del total de fallecidos en 2012). Además, habría
contribuido a disminuir la cifra de heridos graves en un 4,2% y la de heridos
leves en un 2,5%.
El director de la Fundación Línea Directa ha explicado que la
utilidad de este sistema consiste en su capacidad para detectar desviaciones
del vehículo que podrían no ser buscadas por el conductor para evitar salirse
del carril.
Aún así, ha precisado que en todos estos sistemas "no se
produce una conducción autónoma del vehículo" y que cualquier acción
explícita del conductor evitaría que el vehículo frenase o corrigiese la
dirección, por ejemplo.
En el caso del dispositivo de Detección de Fatiga (conocido
como DDD, por sus siglas en inglés), su implantación en todos los turismos en
2012 podría haber evitado hasta un 2,7% de los accidentes con víctimas, que
habrían reducido, a su vez, el 4,8% de los fallecidos, el 3,7% de los heridos graves
y el 2,9% de los heridos leves.
El funcionamiento de este mecanismo puede, o bien detectar
síntomas biológicos de fatiga por parte del conductor, o bien reconocer una
serie de comportamientos en el modo de conducir que podrían indicar cansancio.
La respuesta por parte del sistema consiste en avisar con señales luminosas o
sonoras al conductor para recomendarle que realice una parada, según ha
explicado Valencia.
Por último, el estudio comparado de la siniestralidad de 2012
y la eficacia de los medios de prevención de accidentes señala que el mecanismo
de Monitorización de Ángulos Muertos (sus siglas más conocidas son BSM), podría
haber contribuido a evitar el 3% de los accidentes con víctimas de 2012, en
caso de haber sido implantado de forma generalizada. Este porcentaje
correspondería, según el informe, al 0,8% de los fallecidos ese año, al 1,6 por
ciento de los heridos graves y al 2,9% de los heridos leves.
El BSM es capaz de detectar vehículos situados en la zona
"muerta" de visión del conductor y advertirle cuando pretenda
realizar un adelantamiento mediante una señal luminosa, generalmente en el
retrovisor, según ha mostrado la fundación en un vídeo de demostración.
CATALUÑA Y ANDALUCÍA, DONDE MÁS SE
REDUCIRÍAN LAS VÍCTIMAS.
Por otra parte, el estudio de la siniestralidad de 2012 que
realiza el informe indica que las regiones más beneficiadas por adopción de
estos cuatro mecanismos serían, por este orden, Cataluña, que evitaría 75
víctimas mortales, Andalucía (64) y Castilla y León (42), seguidas de Galicia
(34), Valencia (33), Madrid (31) y Castilla-La Mancha (30).
Aún así, el estudio señala que, para los conductores
españoles, la seguridad ocupa el tercer lugar de importancia a la hora de
invertir en la compra de un nuevo vehículo y que, de hecho, la información
facilitada en los concesionarios "no se centra en la seguridad" en
seis de cada diez veces.
En este sentido, Valencia se ha mostrado confiado en que el
estudio contribuya a concienciar a los conductores de la utilidad y necesidad
de estos sistemas (el 62% los considera "muy útiles" y el 54 por
ciento cree que su vehículo es "mejorable" en seguridad),
"especialmente ahora que la venta de vehículos comienza a repuntar en
España" y durante el mes de julio alcanza "su punto más álgido".
INVERTIR EN SEGURIDAD.
"Ojalá que el estudio les plantee si quizá vale la pena
sacrificar otros valores como la belleza, el confort o la cilindrada para
invertir en seguridad", ha expresado. Además, ha asegurado que 22 de las
principales marcas de coches que se comercializan en España disponen ya en gran
parte de su oferta de al menos uno de estos mecanismos bien sea de serie o como
opción.
Con respecto al precio, el informe señala que el precio medio
de cada uno de estos dispositivos se sitúa entre los 1.400 y los 1.500 euros,
siendo más caro el AEB (2.300 euros de media) y el BSM y DDD los más baratos
(1.000 y 1.100 euros, respectivamente).
Valencia ha indicado que los precios de estos dispositivos y
su disponibilidad en la mayoría de los vehículos que se comercializan en España
pone de manifiesto que su implantación "ya no es exclusiva" de los
vehículos de gama alta y ha incidido en que la elección de estos en la compra
de un vehículo, además de los beneficios derivados de una mayor seguridad,
proporciona un ahorro económico no solamente para las compañías aseguradoras
sino para las potenciales víctimas de accidentes "que en su mayoría tienen
seguros a terceros ampliados".