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"Ha sido el triunfo de la ciencia, de la Fiesta y de mi persona", dice

Veinte años  y 35 operaciones después, El Soro es feliz tras reaparecer triunfalmente: 'El torero ha recuperado a la persona'

Veinte años y 35 operaciones después, El Soro es feliz tras reaparecer triunfalmente: "El torero ha recuperado a la persona"

viernes 05 de septiembre de 2014, 13:54h
Doble milagro: personal y taurino. Porque fueron dos décadas sin torear, 35 operaciones...un rosario de problemas que habrían hecho tirar la toalla a cualquier mortal. Pero, como reza el tópico, los toreros están hechos de otra pasta. Adelgazó más de treinta kilos, y con un preparador físico hizo su "puesta a punto" y reapareció en triunfo en 'su' Játiva de Valencia. Antes, mató toros a puerta cerrada y actuó en un festival en Balmaseda (Vizcaya). Y, después, Dios dirá. Pongamos que se habla/escribe de Vicente Ruiz 'El Soro'.
-Pasados ya días de la histórica reaparición de Vicente Ruiz 'El Soro', puede ser tiempo para el emocionado recuerdo, la reflexión y el futuro. ¿Cómo recuerda, desde la distancia, el domingo 17 de agosto?      

-Fue hermoso el paseo en carruaje de caballos, a la vieja usanza, desde el hotel a la plaza. Había dormido plácidamente por la noche, sentía una "paz interior" del que ha cumplido con su deber...Y fue emocionante el paseíllo, la ovación que me tributaron, hasta que salió el toro.  
  
 -Y en el ruedo también cumplió, con creces...    
 
-Al primer toro le faltaba algo de fuerza, pero lo banderilleé, hice un quite con el capote, y ya la primera oreja me daba tranquilidad.    

- Pero la traca" llegó en su segundo.    

-Sí , cuando me disponía a coger los palos, antes le había dicho a Montoliu que se preparara , los años no pasan en balde (sonríe)....Para mi sorpresa, Daniel Luque me dijo "maestro, ¿me puede invitar a poner banderillas?. Y Román, hizo lo propio.El valenciano puso un par al violín y yo hice el llamado "del Miquelet", al quiebro y al violín también. Aquello estalló. Dios me ayudó, regalándome el toro veinte embestidas para lidiarlo a gusto, con mayor poso y lentitud que antes. ¡Lástima que pinchara!...pero aún así me dieron dos orejas.    

-Ya era un hombre feliz.    

-No sólo por mí, sino porque la tarde salió redonda. Los tres toreros a hombros. A mí me llevaron en volandas hasta el propio hotel, como ocurría antaño.    

-¿Fueron muchas las llamadas, ya en la habitación?

-Innumerables: varias figuras del toreo, no cito a todos para no olvidarme de alguno. Recuerdo especialmente una que recibí de David Mora quien, por cierto, me ofreció una espada para mi reaparición, que utilicé. Fue todo muy emotivo, mis compañeros Luque y Román me felicitaron. Piense que les llevo prácticamente treinta años.
-Vino su hija para verle torear...     

-Me emocioné, y por eso le brindé mi primer toro a María José, en representación de Titi y Marina, los otros dos. Y estuve acompañado en todo momento por mi compañera Eva y su hija, que es como si fuera la mía...Sin olvidar a mi mozo de estoques de siempre:    

-Pero ahora toca plantearse el futuro, tras este triunfal retorno.   ¿Va a torear en lo que resta de año?.     

-Veremos, vamos a hacer las cosas despacio, sin prisas. Voy a torear lo que Dios me permita. Tengo apalabrado actuar en Hellín, en su feria de Octubre. Y cuatro cositas más. Quiero que sean en carteles junto a figuras de renombre, como los Ponce,  Morante, Manzanares,...Y volver a mi plaza, Valencia, en las Fallas del próximo año. Creo que puedo ser un revulsivo para el coso de la calle de Játiva, mismo nombre del pueblo donde reaparecí ahora.

-Habrá quien diga que vuelve por dinero


-El factor económico tiene sólo una importancia, pero no toda. Lo prioritario es cuidar la imagen, acorde con lo que estamos haciendo. Cuidar también la vista, la entrevista y la revista (dice riendo). Y sobre todo, el cartel.  

-¿Podría definir su reaparición en pocas palabras? 

-Es el triunfo de la ciencia, de la Fiesta y de mi persona. La fuerza de voluntad se ha impuesto. Puede servir de ejemplo para gente que lo está pasando mal, de la que no me olvido.La travesía del desierto  ha sido dura, llegué a perder el rumbo, la familia, el dinero...Ahora vuelvo a vivir. Se puede decir que el torero ha recuperado al hombre.   

-¿Qué le diría a los que le tacharon de loco, por volver?  

-La vida, si no hay un toquecito de locura, no vale la pena (sonríe con ganas). Es bonito dar ilusión a la gente, ofrecerles un rayo de esperanza. Ahora soy feliz, y doy gracias a través de esta entrevista a toda la gente que me ha apoyado. 
 
Todo un ejemplo.     
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