O se trataba de conseguir un hueco en las webs o
María Dolores de Cospedal le ha hecho un flaco favor a
Alicia Sánchez-Camacho al proponer una "coalición" de los partidos catalanes que rechazan el desafío independentista de las fuerzas nacionalistas. No parece muy adecuado que sea ella, es decir Génova, quien lance una iniciativa de esta naturaleza y más en la inauguración del congreso del PP "de Cataluña", cuya 'lideresa' probablemente no quería meterse en un jardín imposible. Sobre todo cuando ha quedado en el aire a que se refería exactamente la presidenta de Castilla-La Mancha, si a un frente común contra la consulta del 9N o a una alianza de tintes electorales.
Sánchez-Camacho sabía de antemano las respuestas. La más amable, la de UPyD, con Rosa Díez recordando que ya ofreció su apoyo a Rajoy en el encuentro que han mantenido ambos esta semana.
El resto de los aludidos han sido menos sutiles: A
lbert Rivera ha replicado que Ciudadanos no se mezclará con "partidos en cuyas listas están
Bárcenas o los ERE", al estar incluido en la propuesta el PSC, y desde las filas socialistas,
Miquel Iceta obviamente la ha rechazado en tanto acaba de ofrecer su apoyo a
Artur Mas en caso de que ERC deje de sustentarle en el Parlament.
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