Mónica de Oriol y sus rectificaciones

La empresaria y presidenta del Círculo de Empresarios de Madrid, Mónica de Oriol, ha afirmado hace unos días, sin pestañear, que "prefiere" contratar a mujeres mayores de 45 años o con edades inferiores a los 25 por el amparo que da la ley a las madres trabajadoras. No sé muy  bien si  lo hacía  para granjearse  la simpatía  de los asistentes a  esa Mesa Redonda en la que participaba dentro de la XXV Asamblea Plenaria del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), o para diferenciarse de sus obtusos colegas, que aún no han llegado a tan lamentable conclusión. 

Oriol, en el momento en que escribo estas líneas, aún no se ha desdicho de sus propias declaraciones. Ha debido pensar que bastaba con que en la portada de la web de la institución que todavía preside, se incluyesen los 3 minutos  del discurso  que pronunciaba y en donde -de manera explícita e inequívoca- expresaba su opinión de que es mejor para las empresas no contratar a mujeres en edad fértil. Se dice en la nota que  "las declaraciones de Mónica de Oriol sobre la contratación de las mujeres fueron realizadas en un contexto en el que precisamente se quería llamar la atención sobre la necesidad de eliminar las barreras existentes a esa contratación... ". ¡Ya...! Les invito a ustedes a acceder al corte completo de la intervención  y así  podrán juzgar por ustedes mismos. A mi juicio, desde luego, la cosa está muy clara: Si nos hemos  equivocado al interpretarla, pues que demuestre que viene contratando en sus empresas a mujeres, no ya  entre 25 y 45, sino entre 16 (edad mínima  para poder trabajar en España) y 50  años. Amplío el arco de edad para información de la  presidenta del Círculo ya que, posiblemente ha olvidado, por un lado, que se puede ser madre con 15 años y, por otro, que las modernas técnicas de fertilización hacen también posible que mujeres de 50 años   puedan ser madres igualmente.    

Pero , en fin, de uno u otro modo, esa forma de matizar desde la web del Círculo de Empresarios las contundentes afirmaciones de su presidenta no es la mejor forma de desmentir lo que dicen que no quiso decir, pero que todo el mundo entendimos... Y, menos aún, lo que no dijo, pero que también todos sobreentendemos: que con esa medida, la empresaria Oriol posiblemente esté pensando más  -a nuestro juicio, desde luego, de forma absolutamente  errónea-   en aumentar los beneficios y la productividad de sus empresas,  que en el futuro de su país, por cierto, con tasa de natalidad negativa que, de seguir así, pondrá en riesgo, a medio plazo, incluso, el sistema de pensiones. Claro que eso, a la presidenta del Círculo de Empresarios, posiblemente le preocupe muy poco porque ella habrá puesto ya remedio con la contratación de un  plan privado  que palie su falta de ingresos cuando decida dejar de "hacer empresa" por razones de edad.

Foro  de reflexión
Oriol preside desde abril de 2013 el Círculo de Empresarios, un foro que los empresarios españoles crearon hace varios decenios al margen de la CEOE, para   abordar  de forma crítica y reflexiva los problemas de la economía española. No es la primera vez que la actual presidenta del Círculo hace afirmaciones tajantes  y políticamente nada correctas. Sin ir más lejos, el pasado mes de abril Oriol se vio obligada a admitir que se equivocó con sus declaraciones en las que pedía rebajar el salario mínimo a los jóvenes sin formación. 

Como puede verse por estas y otras declaraciones de su presidenta, el Círculo de Empresarios ha fracasado estrepitosamente en  la elección de su máxima representante. Si su presidenta dice estas cosas y, lo que es peor, las piensa, ¿los miembros del Círculo  están también de acuerdo con ella? Si  es así, deberían salir en tromba en su defensa; si, por el contrario,  no comparten su visión acerca de la contratación de  mujeres jóvenes y en edad de procrear, pues ya pueden ir diciéndolo. Y, si no están de acuerdo con su presidenta, por el daño que hacen a la institución de la que ellos también forman parte, sus reiteradas  y desafortunadas afirmaciones, impropias de una mujer de nuestro tiempo, inteligente y sensible, mejor es que la inviten a dimitir  o , si se resiste, que arbitren los mecanismos necesarios para destituirla de su  cargo. Está en juego la imagen pública del  Círculo de Empresarios. La de su presidenta, ya ha descendido suficientemente y, además, por méritos propios.