www.diariocritico.com

Rafael Correa

Reingreso del Ecuador a la OPEP es muestra de su política soberana

Reingreso del Ecuador a la OPEP es muestra de su política soberana

lunes 19 de noviembre de 2007, 03:05h

El Presidente de la República, Rafael Correa, durante su intervención en el cierre de las sesiones de la III Cumbre de Jefes de Estado de la Organización de Países Petroleros (OPEP) en Riad, manifestó que hace menos de un año, el pueblo ecuatoriano decidió cambiar su destino y “como una muestra más de su política soberana, es el reingreso de mi país a la OPEP”.

El Mandatario recordó que fue la OPEP la que apoyó apoyó en la crisis producida por la ruptura del oleoducto ecuatoriano en 1987, para cumplir con nuestros compromisos de abastecimiento al mercado internacional. También manifestó con gratitud que fue la OPEP la que permitió que nuestro país recupere los precios del petróleo en los mercados internacionales, todo ello en beneficio del anhelado desarrollo económico.

El Jefe de Estado puntualizó que luego de un profunda crisis nacional, “hoy impulsamos nuestra reincorporación desde una doble perspectiva: la de fortalecer con nuestra presencia latinoamericana a este organismo y reencontrarnos con la solidaridad entre productores, para que con políticas debidamente concertadas podamos mantener el delicado equilibrio entre el abastecimiento adecuado del mercado, un justo pago para los productores y la preservación del medio ambiente”.

También puntualizó que dentro de las políticas concertadas, “tenemos la urgencia de lograr que las transacciones mundiales de petróleo se realicen en una moneda estable, o de otra manera, estaríamos vía depreciación del dólar transfiriendo parte de nuestra riqueza a los países con monedas más fuertes, es decir, a los países más ricos del mundo”. 


Rafael Correa además, consideró “necesario unir nuestros esfuerzos y recursos financieros para la creación del Banco de la OPEP, el cual sería el mayor banco del mundo, y un fundamental instrumento de financiamiento y desarrollo para los países de la organización e incluso para los países pobres del planeta”. P. D/Prensa Presidencial


A continuación el texto completo del discurso del Presidente de la República, Rafael Correa, ante la III Cumbre de la OPEP, Riad, 18.11.07

La OPEP, creada en Bagdad en 1960 para establecer una política soberana de las naciones exportadoras, definió como su principal objetivo el “garantizar precios justos y estables para los productores de petróleo, el abastecimiento eficiente, económico y regular de petróleo a los países consumidores y un rendimiento justo del capital de los inversores".

Ecuador ingresó a la OPEP el 28 de junio de 1973, cuando el nacionalismo impuso una agenda que privilegiaba la relación entre países con intereses similares, bajo la orientación de movimientos como los No Alineados.

En 1993, se produce su salida de la organización como resultado de la aplicación de políticas neoliberales que trataron de desarticular todo esfuerzo de acción colectiva, ya sea a nivel nacional o internacional. Se trataba de que el Estado abandone, a favor de las empresas privadas transnacionales, su derecho a participar en la exploración y explotación de sus recursos naturales y a invertir en este sector estratégico de su economía.

Todo esto fue como retroceder en el tiempo, ya que al inicio de nuestra explotación petrolera -en la década de los veinte-, ésta también se caracterizó por la ausencia del recurso, es decir del Estado, y dicha explotación estuvo exclusivamente a cargo de transnacionales como  Anglo Ecuadorian Oilfields;  Leonard Exploration Co.; Texaco Gulf, etc. 

De esta forma, el Ecuador dio un gran paso en materia petrolera en junio de 1972, cuando se crea la Corporación Petrolera Ecuatoriana –CEPE- y, posteriormente cuando ingresa en la OPEP, hecho que determina que la capacidad negociadora del Estado mejore ostensiblemente. Se habló, en aquel tiempo, de la necesidad de “sembrar el petróleo”, pero la incapacidad y los intereses antinacionales impidieron que se cumpla esa sentencia, y lo que en realidad hizo el país fue cosechar tempestades, como la migración forzosa por la pobreza, la explotación del trabajo infantil, los tremendos niveles de desempleo y subempleo, convirtiendo al país en una zona de profunda inequidad y asimetría económica y social.

Posteriormente, el voraz neoliberalismo inculcó prácticas aberrantes, como hacer del egoísmo una virtud y de la competencia fratricida el icono social, dejando a un lado la ética y la solidaridad.  El gran negocio del petróleo no podía estar exento de las apetencias neoliberales y privatizadoras, y junto a la renuncia a nuestra presencia en la OPEP los lacayos de las transnacionales, convertidos cada uno a su turno, en ministros de Energía y Petróleos, dirigían una política entreguista y de sometimiento.

Felizmente, hace menos de un año, el pueblo ecuatoriano decidió cambiar ese destino y, a través de sucesivas elecciones democráticas, confió en la Revolución Ciudadana la transformación definitiva que tiene, hoy, a 10 meses de gobierno, una muestra más de su política soberana, con el reingreso de mi país a la OPEP. No olvidarnos que fue la OPEP la que nos apoyó en la crisis producida por la ruptura del oleoducto ecuatoriano en 1987 para cumplir con nuestros compromisos de abastecimiento al mercado internacional. También recordaremos con gratitud que fue la OPEP la que permitió que nuestro país recupere los precios de su petroleo en los mercados internacionales, todo ello en beneficio del anhelado desarrollo económico.

Por todo ello, hoy impulsamos nuestra reincorporación desde una doble perspectiva: la de fortalecer con nuestra presencia latinoamericana a este organismo, y  reencontrarnos  con la solidaridad entre productores, para que  con políticas debidamente concertadas podamos mantener el delicado equilibrio entre el abastecimiento adecuado del mercado, un justo pago para los productores y la preservación del medio ambiente.

Dentro de esas políticas concertadas, tenemos la urgencia de lograr que las transacciones mundiales de petróleo se realicen en una moneda estable, o de otra manera estaríamos vía depreciación del dólar transfiriendo parte de nuestra riqueza a los países con monedas más fuertes, es decir, los países más ricos del mundo.  De igual manera,  es necesario unir nuestros esfuerzos y recursos financieros para la creación del Banco de la OPEP, el cual sería el mayor banco del mundo, y un fundamental instrumento de financiamiento y desarrollo para los países de la organización e incluso para los países pobres del planeta.

Finalmente, ante el fracaso del Tratado de Kyoto, la OPEP podría convertirse en el gran coordinador mundial para la lucha contra las emisiones de CO2.  Ya nos ha dado una muestra de aquello Su Majestad, el Rey Abdullah Ibn Abdulaziz Al Saud, el custodio de las dos Santas Mezquitas, con la donación de 300 millones de dólares para investigar el efecto del petróleo en el medio ambiente. Sin embargo, junto a otros países exportadores de petróleo, la OPEP podría institucionalizar la lucha contra el calentamiento global,  por ejemplo, con la imposición, por ejemplo, de un impuesto especial a los países consumidores, que sirva para investigar el cambio climático y dar compensaciones, así como recursos para energías alternativas, a los países más pobres que son las principales víctimas de dicho cambio climático.

Los retos de una política soberana en materia energética, hoy multiplicada con nuestro reingreso a la Organización de Países Exportadores de Petróleo, son muchos, pero lo más importante es que hoy es el gobierno del Ecuador, altivo, libre y soberano, el que determinará el futuro de nuestra industria petrolera.

Agradecemos a todos los miembros de la OPEP, por haber favorecido el reingreso de nuestro país que salió un día de la organización por la presión del neoliberalismo, pero que hoy regresa con la frente en alto y la esperanza de recuperar el tiempo perdido.

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios