Quién lo duda, quién. Sí, la afirmación de que "el futuro de España y de cualquier otro país pasa por la formación de los jóvenes, por la enseñanza", cual opina un maestro. Un polifacético maestro del arte de Talía, que domina a la perfección. Claro, que los políticos en general y los españoles del bipartidismo que nos domina en particular no son de idéntica opinión, por desgracia. En cualquier caso, los actuales sucesores de los otrora denominados cómicos de la legua, nada pueden hacer... más allá de alcanzar con su profesión las más altas costas.
Cual acontece con el propio Gabriel Garbisu, que estremece las fibras sensibles de todos los espectadores que tienen la suerte de ir a verle en 'El profe', una especie de comedia ácida -muy ácida, pero comedia- o, mejor, tragicomedia sobre los sufrimientos de los profesores o maestros, que escribió e belga Jean Pierre Dopagne hace tres lustros y que hoy en España tiene más actualidad, más triste actualidad que nunca. Sobre la partitura de un texto, algo adaptado al momento que vivimos o sufrimos, que es a la vez profundo, reflexivo, denunciador, cómico y hasta cínico, este intérprete singular y sin igual que es Garbisu hace sonar una música extraordinaria.
Durante hora y media, con la sencilla y a la par atractiva escenografía montada para la ocasión por la propia sala donde se representa, Réplika Teatro, el actor, con su prodigiosa dicción -no en vano su currículum se llena con gran número de obras de nuestros clásicos en verso y con su larga experiencia como profesor de declamación- se desmembra en multitud de personajes, mayormente alumnos varios y colegas, que llena con absoluta credibilidad en voces, gestos, mímica, expresión corporal y lo que sea menester.
Regalo imprescindible
Ora transmitiendo sonrisas y carcajadas con su enorme vis cómica, ora haciendo sufrir al público clavándole virtualmente una aguja en el esófago, ora llevándolo a lo más complicado: a la reflexión.Y es que este reestreno de 'El profe', que en el original se llamó 'El maestro', en versión y traducción de Fernando Gómez Grande, dirigido sabiamente por Jaroslaw Bielski -fundador la Compañía Réplika, que lo produce junto a Amara-y también como Garbisu con una extraordinaria hoja de servicios a la escena, es un regalo imprescindible de ver.
Una auténtica lección del más puro teatro basado en la fuerza de la palabra y en lo que corresponde a un 'profe': también una lección, en su caso magistral de un actor. La obra se representa de viernes a domingo en Réplika Teatro. Y, hablando/escribiendo de reflexión, es justo y necesario concluir estas líneas con las palabras del propio Bielski sobre la educación, a la que considera como "lo único que nos queda para no volvernos esclavos de la nueva era feudal que supone la globalización económica".
Y que remata con la estocada verbal de que "no se debe ahorrar en educación, es un crimen encubierto contra la sociedad", cual agrega. Por lo que concluye apuntillando que "tal vez podamos aportar algo" a esta situación "denunciándolo a través del teatro". Y nada mejor que con 'El profe'.
Si (
No(
-(1).jpg "Crítica de la obra de teatro 'El rey que fue': añoranzas desde el Golfo")
