El fabricante francés lleva años trabajando en esta línea. En 2011 formó una
"joint venture" con la china Changan Automobile. El resultado ha sido crear una
red de concesionarios y una planta de ensamblaje para producir Citroën DS.
El primer coche en salir de la fábrica fue el DS5, y después el DS 5LS.
Las ventas no han sido nada del otro mundo: sólo 15.000 unidades desde que
los dos modelos llegaran a los concesionarios. Ello pese a que su
precio está por debajo del de sus rivales alemanes. El DS 5LS cuesta
unos 18.000 euros en China, mientras que la mayor parte de los modelos alemanes
cuestan más del doble, según informa
Automotive News.
Lo único que indican los bajos precios de los DS es que PSA está
reculando en su estrategia de entrar en el mercado
premium
en China.
Lo mismo le ocurre a Infiniti, la marca de lujo de Nissan,
que ha lanzado nuevos modelos en el país asiático, pero con resultados también
muy modestos. Hasta agosto, sólo ha conseguido vender 18.300 unidades.
Si seguimos repasando, se puede decir tres cuartos de lo mismo de Lexus.
En 2008, la marca de Toyota tenía muchas papeletas para competir con Mercedes
(no con Audi ni con BMW), pero su idea de no producir directamente en China
le ha hecho fracasar en el intento. La tarifa del 25% que cuesta
importar algo allí, hace que, sencillamente, no pueda competir en igualdad de
condiciones con sus rivales. En los seis primeros meses del año, Lexus no
habría vendido más de 40.000 unidades de sus modelos. En el mismo periodo,
Mercedes ya había vendido 136.000 coches.
Sólo dos marcas globales están dando pasos para expandir su producción a
China: Volvo y Cadillac. La primera ha
abierto dos plantas, con capacidad para montar 200.000 coches al año, mientras
que General Motors fabrica el Cadillac XTS en Shanghai, con la pretensión de
fabricar 160.000 unidades en 2016.
Aún así, las expectativas de ambas (y del resto) están muy por debajo de lo
que ya hacen las grandes marcas alemanas, que copan el 75% del mercado premium
chino. Además, según una encuesta, el 90% de los chinos que se van a
comprar un coche de este segmento van a elegir una alemana.