Oviedo prende su 'revolución emprendedora'

Unos invitados de lujo, representación de todas las fuerzas vivas asturianas, emprendedores de todas las edades y lleno absoluto en el Palacio de los Condes de Toreno, lugar donde se desarrolló el encuentro. Un acto dirigido por la directora de la Nueva España, Ángeles Rivero en el que el periodista Fernando Jáuregui fue el primero en hablar de revolución emprendedora; una revolución que proclamó delante del presidente del Principado, Javier Fernández, del alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, o del rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, entre otros muchos, Jáuregui respondió a sala llena a la pregunta que plantea desde el título el libro "¿Puedo montar mi propia empresa?" La contestación, que sí, la dan los doscientos emprendedores que cuentan su experiencia en las páginas del volumen, editado hace dos años y medio y presentado ayer en la capital del Principado, en la parada asturiana de una larga gira de promoción que recorre España con un poder de convocatoria de altura similar.

El mensaje que lo resume todo dice que sí, que "se puede", por la boca de los protagonistas y pinta de paso el paisaje de un país nuevo en el que, según el retrato del autor, "ser notario o funcionario ya no es lo que era". Son historias de éxitos o de fracasos que enseñan que, de las caídas, también se aprende. Y prolongan una serie de publicaciones que arrancó con "Lo que España necesita" y que continuará con otro libro "que se titulará 'Mil consejos para los que no se resignan', o algo así". En la semana de la entrega de los premios "Príncipe de Asturias", Jáuregui contó en Oviedo que fueron los Reyes, siendo Príncipes, los que hace unos años "nos embarcaron en este proyecto, 'Emprendedores 2020', animándonos a hacer algo por la generación 2020" y contra la resignación y el pesimismo.

En su mismo bando, dentro de esta pequeña revolución frente a la desesperanza y el miedo, se situaron de palabra los abundantes ponentes de un acto que la directora de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, presentó definiéndolo como "oportuno" y agradeciendo los ejemplos de un libro "polifónico" que exhibe "la experiencia exitosa de emprendedores que en el peor momento de sus vidas tuvieron el arresto de convertir su problema en una oportunidad". Para ponerles cara, Ramón Sotomayor, presidente ejecutivo de Thyssenkrupp, eligió el "modelo de persistencia" de un extremeño que empezó con una empresa de relaciones públicas, reinvirtió en el negocio de la alimentación y hoy da 130 empleos. Iglesias Caunedo optó por los tres estudiantes de la Universidad de Oviedo premiados por un proyecto de teledetección y geolocalización que ha llamado la atención de la Agencia Espacial Europea, y el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Fernando Fernández Kely, citó a Noelia, bibliotecaria en paro que pudo abrir un negocio de carne en Cuenca gracias al apoyo de la Cámara de Comercio.

Son diferentes maneras de formular lo que pesa el ejemplo de la osadía emprendedora. Esa que Javier Fernández definió como "el envés de la crisis", y Pedro Luis Fernández, presidente de la patronal asturiana, como "el reverso de esa otra España del trinque o de la trampa. La que madruga, la que se bate el cobre, la digna, la emprendedora, la que cae y se levanta". La buena España, la que a él le hizo pronosticar ayer que "en los próximos cuatro años vamos a ser la locomotora de la vieja y la rica Europa".

En el turno de la más pequeña empresa, la presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Asturias (ATA), Patricia Oreña, celebró los "seis meses creciendo y generando empleo" que cumple su colectivo. En representación de las grandes, Ramón Sotomayor aceptó el papel que les cabe en este proceso pronunciando dos palabras: "aprender" para incorporar nuevos modelos empresariales y "apadrinar", "acompañar a las pequeñas compañías con grandes ideas".

Desde la esquina de las instituciones, el presidente del Principado circunscribió la labor de la Administración, "que no puede crear el cuerpo superior de emprendedores", a la de "encender la luz para que la iniciativa empresarial no ande a tientas, para que encuentre un buen camino". Contagiado del clima optimista que recorrió la velada, Fernández clamó contra "el miedo al fracaso" que Asturias arrastra de su pasado y proclamó que la región "también puede hacer su revolución emprendedora". Fernández Kely sumó las 6.000 empresas en cuya creación se ha involucrado la Cámara de Comercio desde 2000, Caunedo se dijo orgulloso de las doscientas que ha alumbrado en dos años la iniciativa "Oviedo Emprende" y Gotor, de haber participado "en la primera spin-off de la Universidad -Entrechem- o de lo que aporta la institución académica al fomento de la cultura emprendedora: "Ocho asignaturas relacionadas con esta materia en las enseñanzas de grado y máster, distintos programas de asesoramiento para cerca de 3.000 estudiantes y cursos, talleres, conferencias, concursos...".


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