'Lágrimas de cocodrilo': Los poetas
viernes 24 de octubre de 2014, 08:16h
Que Pepe Caballero Bonald está cumpliendo
años: 88, un número precioso, y los cumple en plena actividad. Y que desde esta
columna le felicito con el cariño que sabe que le tengo, y la confianza de
llamarle Pepe, que es como he llamado siempre a Don José Manuel.
Los cumple,
ya digo, en plena actividad. Hace algunas semanas aparecía Fábula y memoria, una antología de sus escritos poéticos -y cuál de
los suyos no lo es?- en verso y en prosa, publicado por Alianza Editorial y
antologado por M.J. Flores Requejo.
Y ahora Círculo de Tiza pone en los escaparates su Anatomía Poética. Total, que para celebrar su cumple, y este
título, le han organizado una fiesta que será en el Instituto Cervantes de
Madrid, el martes 4 de noviembre. Además de mi amigo el pintor José Luis Fajardo, intervendrán el
periodista Antonio Lucas y el
crítico José María Pozuelo Yvancos.
Y como me encantan las fiestas, seguro que voy.
Las fiestas,
y la poesía. Mis amigos saben que he estado algunos años muy peleada con la
poesía, como crítica, digo, pero confesaré que siempre la he leído en la intimidad. Pero esa intimidad me
permite ser muy exigente: no me valen los poemas que podrían curarse con
dinero, valium, o un revolcón. Como me vino a decir Cabrera Infante hace ya muchos años, la poesía es mucho más que el
verso -aunque el verso y su guerra con la sintaxis sea uno de los lugares donde
se agazapa- y cuántas otras veces se revela en textos que llevan el marchamo de
novelas, y son novelas.... Y que, mira
por dónde, suelen ser las que yo también prefiero. No sé definir qué sea la
poesía, pero rechino cuando no la encuentro. En José Manuel Caballero Bonald la he encontrado siempre, en sus
poemas y en sus novelas.
Y algo así
me pasa con Fernando Delgado, que,
como Fajardo, forma parte del
selecto grupo de mis artistas canarios favoritos. Porque igual lo del Arte
tiene que ver con el secreto de lo poético. La voluntad de hacer Arte. Nombro a
Fernando Delgado porque la Fundación
José Manuel Lara acaba de publicar su libro de poemas Donde estuve, en su colección Vandalia, y lo tengo delante hace
pocas horas, y en cuanto lo lea se lo cuento. Pero puedo recomendarlo sin ver.
Como les
recomiendo, si son lectores de poesía, la de mi viejo amigo Manuel Alvarez Ortega, porque la
poesía, la buena poesía, la verdadera poesía, trasciende la vida de sus
autores. A Manuel Alvarez Ortega,
que falleció este verano, le vamos a rendir un memorial el próximo fin de
semana, unas jornadas que ha organizado su editor y albacea literario Juan Pastor. Y que se lo anuncio: el
miércoles 29, en la Casa del Lector, en el Matadero, una mesa redonda en la que
intervendrán los poetas Fanny Rubio,
Antonio Colinas y Marcos-Ricardo Barnatán. Al día
siguiente, a las 5 de la tarde, y en el Cementerio Civil donde está enterrado
-y qué pocos amigos le estábamos despidiendo- habrá una ofrenda floral tras el
recuerdo de Jaime Siles y Barnatán, y la lectura de algunos de
sus poemas por Javier Lostalé, que
además de poeta, tiene esa voz espléndida probada en tantos años de hacer
radio. Y que, por la mañana, intervendrá, con la que esto firma, en la
Biblioteca Alvarez Ortega, en el IES de Torrejón de la Calzada: una biblioteca
y aula cultural que lleva su nombre y que le hizo tanta ilusión, a él, que era
más bien misántropo. Recuerdo muy bien el día que se inauguró.... En los tres
actos participará también Pilar
Fernández-Delgado, sobrina de Manuel.
El homenaje
seguirá en su Córdoba natal. Pero eso será el 13 de noviembre, en la casa del
enorme poeta Luis de Góngora
-prueben a leerle a la luz de Octavio
Paz, de Vicente Aleixandre, de Lezama Lima. Ya verán cómo es verdad
que la poesía, la buena, la bella, la verdadera, trasciende al poeta. Y a su
tiempo.