El Museo Sefardí de Toledo ha desmontado las tapicerías de seda que revisten los paramentos de la Gran Sala de Oración de la Sinagoga del Tránsito, con el fin de poder diagnosticar y valorar el estado de conservación de los paramentos de dicha Sala, para su posterior intervención y adecuación.
La tapicería se colocó en los años 60 del siglo XX y ha sufrido un proceso general de deterioro, que ha afectado tanto al estado de la propia tela como a su color. En su momento, se fijó la tela al muro, mediante clavos de tapicero, actualmente muy oxidados. El entelado estaba formado por tres capas: la inferior, que es una lámina de plástico, como aislante del muro, otra intermedia de goma espuma, a modo de fino relleno, y por último la superior, que es la propia seda. En muchas zonas, el forro se encontraba descolgado, formando bolsas y deformaciones que favorecían la acumulación de polvo, mostrando manchas oscurecidas, según explica el propio museo.
Se llevará a cabo una limpieza preliminar previa al desmontaje definitivo de las telas, mediante el desclavado y retirada de las capas del forrado.
Después, se procederá a una limpieza superficial de los muros, para su estudio y valoración, documentando las patologías observadas, para elaborar un informe final sobre una propuesta posterior de intervención en los paramentos.
El objeto final es recuperar el estado original del programa decorativo de la Sinagoga, en el que la luz que cae sobre sus muros desnudos tiene una simbología especial, como indicadora de la presencia de Dios, recayendo el protagonismo en el muro oriental (hejal) al que se dirige la oración, y el lugar en el que se guardaba la Torá o biblia hebrea.
El contrato ha sido adjudicado desde el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) a la empresa Kerkide con un plazo de ejecución de dos meses.
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