Comienza la ofensiva contra Podemos

Cuando hay alguna noticia destacada se suele echar mano del tópico: habrá un antes y un después. Pues este es un caso claro de antes y después: la encuesta del CIS conocida ayer por la mayoría de los ciudadanos  -algunos privilegiados ya sabían su contenido - después de algún retraso por culpa de la "cocina". Porque los resultados de una encuesta - el retrato de un momento, no se olvide - hay que "cocinarlos" y bien cocinados están.

Solamente así se entiende que, en intención directa de voto, los días en que se hizo la encuesta apareciese Podemos como primera fuerza política en intención directa de voto y tras la "cocina" se quedara el tercero, que ya es en si mismo un aspecto revolucionario desde la aparición de esa fuerza en las elecciones europeas de mayo. Todavía, por lo que se ve, resulta vergonzante para muchas personas reconocer, en pregunta directa, que van a votar al PSOE y no digamos al PP.

Pero de aquí a las elecciones del 2015 pueden pasar muchas cosas y una de ellas va a ser la gran ofensiva contra Podemos que tiene bastante "acongojados" a las direcciones de los dos grandes partidos. En esa gran ofensiva que se prevé, a fuer de tanto oírlo, muchos ciudadanos van a poner en el mapa con exactitud a Cuba, Venezuela e Irán y van a aparecer términos tan obsoletos como los malvados comunistas, los estalinista del alma y hasta, todo es posible, los "jodíos rojos". A Pablo Iglesias le van a investigar hasta los análisis de orina y el ADN. Sino, al tiempo.

Pero el eje de la gran ofensiva estará en el mensaje del miedo. Los de Podemos, si llegan al poder, van a acabar con la democracia, nacionalizarlo todo y terminar con la libertad de expresión. Y los menos extremistas de los grandes partidos, mandarán el mensaje de que el programa de estos chicos está muy bien, pero es irrealizable. Claro que eso le dijeron al PSOE después de la muerte de Franco y respondieron que les dieran primero el poder y que demostrarían que lo suyo sí era posible. Y así fue. Lástima que, pasado algunos años, se acomodaran en los butacones de ese poder que le habían dado.Bueno, pues ahora Podemos dice lo mismo. Lleguemos al poder y demostraremos que si se puede. Y hay tiempo para pulir programas que, tampoco debe olvidarse, son de máximos. Las municipales, a las que inteligentemente  Podemos no se presenta como tal, pero en las que dará su apoyo en cada ciudad a determinada formación, va a ser muy clarificadora. Mientras tanto, los altos cargos de lo establecido, "acongojados" como digo, esperarán, pero no callados, con su congoja.

Otro mensaje será que , con un Parlamento, muy fraccionado, esto será un caos ingobernable. Bueno ¿Y qué?. ¿Cuantos años lleva Italia así sin que entre en erupción el Etna?  Que lleguen vientos nuevos y saludables que obliguen al pacto es eso, saludable. Un compañero periodista y gran analista político me preguntaba: ¿Cuanto más tiene que pasar - parados, la mitad sin subsidio, trabajos precarios, desnutrición infantil, reformas para el poderoso, corrupción con sensación de impunidad, y un largo etcétera -  para que los españoles se echen al monte?. Eso de "echarse al monte" suena a bosque, escopeta y zurrón, pero también a ilusión por romper con lo establecido. Y ese es el monte al que ciudadano puede echarse ahora, y es la bandera que enarbola  Podemos y que los coloca en los lugares que las encuestas dicen. Veremos si se puede o no.