La atención de la jornada de ayer estaba en la reunión de la OPEP en Viena, en la que los doce países miembros decidieron no recortar la producción y mantener la producción diaria en 30 millones de barriles. Al final prevaleció el posicionamiento de países como Arabia Saudita, Kuwait, Qatar y Emiratos Árabes que el martes se mostraban contrarios a un recorte de la producción. En el lado contrario, países como Ecuador o Venezuela partidarios de reducir la producción en unos 2 millones de barriles diarios para contener el descenso de los precios. Tras el anuncio, el precio de contado del brent ha caído más de un 8% hasta situarse por debajo de los 71 dólares. Desde el mes de junio el descenso se acerca al 40%, abaratando los costes energéticos y presionando a la baja los precios y la inflación. Desde un punto de vista económico, lo que hace unos años era una buena noticia, ahora es motivo de inquietud. Los principales bancos centrales están preocupados por la baja inflación, y en el caso del BCE le puede llevar a adoptar nuevas medidas monetarias como la compra de deuda soberana. Hoy se publica el dato de inflación interanual adelantado de la eurozona del mes de noviembre. Las estimaciones apuntan a un descenso en una décima, hasta el 0,3% interanual, aunque tras los publicados ayer en Alemania (al 0,6% desde el 0,8%) y de España, (un -0,4% desde el -0,1% de octubre), no se puede descartar que el dato pueda ser inferior a la estimación, lo que aumentaría la presión sobre el BCE, y por extensión sobre el euro.
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