Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio
jueves 04 de diciembre de 2014, 08:53h
Escribía don Antonio
Machado y cantaba posteriormente Emilio José aquella
copla que decía "Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio; contigo
porque me matas y sin tí porque me muero". Bueno, pues se está poniendo la
cosa como para que Mariano Rajoy yPedro Zapatero Sánchez,
formen un dúo musical al estilo de Los Pecos o Juan y Junior,
¿se los imaginan? y vuelvan a reeditar la canción citada. Ellos en Madrid y, en
Andalucía, otro duo mixto del jaéz de Pimpinela formado entre
el lider del PP-A, Juanma Moreno y la inigualable
superpresidenta andaluza, Susana Díaz. Llenarían los estadios con
sus actuaciones. Eso sí que tendría éxito de crítica y público y no los
aburridísimos mítines con los que nos castigan en las campañas. Viene todo esto
a cuento de la última serpiente de otoño interesadamente lanzada por alguien
que propone un pacto a la alemana entre PP y PSOE en el caso de que ninguno de
los dos consiga la mayoría absoluta en las próximas elecciones generales,
y que el coletas de Jodemos perdón, de Podemos, consiga la llave de la
gobernabilidad del Estado.
Resulta curioso como nada más saltar la
propuesta a los medios de comunicación, unos y otros, más otros que unos, se
han negado en redondo siquiera a contemplarla, cuando estoy seguro de que
serían muchos miles de votantes de ambos partidos mayoritarios los que estarían
en estos momentos dispuestos a firmarla para evitar que el Gobierno de España
pueda caer en manos del tal Pablo Iglesias o de algunos de sus
camaradas. "Estamos tan lejos del PP como de Podemos", ha dicho la
que de verdad manda en el PSOE que no es otra que Susana Díaz.
Vamos, anda, déjate de faroles. A otro perro con ese hueso que son muchos años
de bipartidismo y ya nos conocemos todos. Si hay dos partidos que se disputan
el centro político que es quien hasta ahora ha dado las victorias electorales,
son PP y PSOE. Luego ambos tienen muchas coincidencias en su sector moderado.
Unos son de centro-derecha y otros de centro-izquierda. Les une por lo tanto
ese centro. Y sus diferencias ideológicas son meramente de puro escenario
teatral. Lo hemos podido comprobar con todos los presidentes que hemos tenido
en democracia, con Adolfo Suárez, con Leopoldo Calvo Sotelo,
con Felipe González, con José María Aznar, con José
Luis Rodríguez Zapatero y con Mariano Rajoy. cada uno con
sus defectos y virtudes, con sus acierto y errores, pero todos ellos más cerca
del centro que de los extremos. PP y PSOE pueden tener el matiz de
conservadores, liberales, democratacristianos, socialdemócratas o socialistas,
pero pare usted de contar.
Y a las pruebas me remito. Unos y otros,
populares y socialistas, se han apoyado, según las circunstancias y los
tiempos, en los catalanes de CiU, en los vascos del PNV, en los navarros de
UPN, en Coalición Canaria y hasta en el ya casi extinto PA andaluz sin que
rechinara ninguna rueda del mecanismo gubernamental. Sin embargo, ya han podido
comprobar cómo lo está pasando de mal la superpresidenta andaluza, Susana
Díaz, con su actual pacto de Gobierno con IULV-CA. Por eso no me acabo de
creer que Pedro Zapatero Sánchezpacte dentro de un año con Pablo
Iglesias, a no ser, claro, que Jodemos, perdón, Podemos, rehaga totalmente
ese pseudoprograma inicial que anunciaba a bombo y platillo lo de la jubilación
a los 60 años, el salario de 600 euros para todos, el impago de la deuda
pública, la vivienda gratuita y la nacionalización de la Banca. Eso, o bien que
el ansia por conseguir tocar el pelo de la dehesa del poder de la actual cúpula
socialista, Susana Díaz incluida, sea tan enorme que les
importe un pimiento el futuro de nuestro país si cae en manos de quienes usted
y yo sabemos. Todo podría ser. Como decía Cervantes en boca de
don Quijote, "Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar
las piedras".