Reyes, ministros y embajadores, en el funeral de la duquesa de Alba
lunes 15 de diciembre de 2014, 23:10h
Los Reyes Juan Carlos y Sofía han presidido
hoy en la basílica madrileña de San Francisco el Grande el funeral en
memoria de la duquesa de Alba oficiado por el cardenal emérito de
Sevilla, Carlos Amigo, en la que toda la familia de la fallecida
Cayetana ha sido arropada por más de 700 personas.
Junto a allegados y amigos, numerosos
madrileños han acompañado a la familia en el abarrotado templo, donde
más de un centenar de asistentes tuvo que seguir la ceremonia de pie,
pese a que se habían habilitado doscientas sillas para ampliar el medio
millar de plazas de la iglesia.
El hijo mayor de la duquesa,
Carlos Fitz-James Stuart, duque de Huéscar, y el viudo de Cayetana de
Alba, Alfonso Díez, acompañados de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella,
recibieron a don Juan Carlos y doña Sofía a su llegada al templo, entre
vivas a los Reyes y aplausos del público congregado a sus puertas.
Después, ambos subieron las escaleras, el Rey Juan Carlos del brazo de
Alfonso Díez y doña Sofía con el duque de Huéscar, y en el acceso a la
basílica saludaron a los demás hijos de la duquesa, así como a la
mayoría de sus nietos.
A la ceremonia han asistido el presidente
del Senado, Pío García-Escudero, el ministro de Asuntos Exteriores, José
Manuel García-Margallo, la defensora del Pueblo, Soledad Becerril,
numerosos representantes de la aristocracia, del mundo de la cultura y
del toreo, además de diplomáticos, como el embajador de EEUU, James
Costos.
Don Juan Carlos y doña Sofía han presidido desde un
sitial a la derecha del altar la ceremonia fúnebre, que ha durado más de
una hora, y han recibido el saludo de muchos fieles tanto a la entrada
como a la salida del templo.
Se trata del segundo gran funeral
por la duquesa tras el que tuvo lugar en la catedral de Sevilla el
pasado 21 de noviembre, también oficiado por el cardenal Carlos Amigo y
el arzobispo José Asenjo al día siguiente del fallecimiento de Cayetana
Fitz-James Stuart y Silva.
En la homilía de hoy, monseñor Amigo
ha rogado por el descanso en paz del alma de la "bien estimada"
Cayetana, ha destacado el valor de las lágrimas de los hijos ante la
muerte de una madre y ha animado a valorar el regalo de la vida mediante
un trabajo continuo en favor del bien, la justicia y la misericordia.
Entre las personas que han querido despedir a la duquesa de Alba
figuraba Jaime de Marichalar, Simoneta Gómez-Acebo o el exjefe de la
Casa del Rey Fernando Almansa; miembros de la nobleza, como el marqués
de Cubas o el Marqués de Griñón o de la crónica social, entre ellos
Isabel Preysler, que se ha mostrado muy cariñosa con la familia de la
fallecida al mostrarles sus condolencias.
Había también caras
conocidas del mundo del espectáculo, como los cantantes Raphael o
Massiel, el torero Jaime Ostos, y el veterano periodista y académico
Luis María Anson, quienes, al igual que la mayoría de los asistentes, no
han tenido problema para posar ante los numerosos fotógrafos y
camarógrafos apostados ante la basílica.
Tampoco ha faltado el
alto comisionado de la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros,
los exministros Marcelino Oreja, Pilar del Castillo y Antonio Camacho,
el hijo del expresidente Suárez, Adolfo Suárez Illana, y la esposa del
presidente del Gobierno, Elvira Fernández.
La XVIII duquesa de
Alba de Tormes falleció a los 88 años en el palacio de las Dueñas de
Sevilla y, tras el funeral de la catedral sevillana, una parte de sus
cenizas fueron depositadas en la iglesia del Valle, sede de la Hermandad
de los Gitanos, donde también se celebró un oficio religioso.