En París Chávez muestra más de lo mismo...

Sin pruebas de vida de los rehenes y sólo con la insistencia de que quiere una reunión con Marulanda en Colombia, Chávez, confeso amigo de la narcoguerrilla de ese país, pereciera confirmar la preocupación de algunos analistas que aseguran que no es el acuerdo humanitario lo que lo mueve…

Al poder analizarse la actitud de Chávez en París, cobra más fuerza la opinión de aquellos que desconfían de este hombre, entre ellos el venezolano Diego Arria, ex presidente del Consejo de Seguridad de la ONU que  considera que el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, aceptó inicialmente la mediación de su homólogo venezolano, en su esfuerzo por lograr la liberación de los rehenes de las FARC y el cese de la violencia en su país, pero aunque Uribe ha dado demostraciones de buscar todas las instancias posibles para alcanzar un acuerdo humanitario, da la impresión que las otras partes no se mueven por iguales intereses…

Así este martes, no más realizarse los primeros encuentros entre el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy y Chávez, el primero declaró que consideraba "indispensables" las pruebas de vida de los rehenes en manos de la guerrilla colombiana de las FARC.

A esto Chávez volvió a responder, esta vez posterior a su reunión con Sarkozy, que las FARC se han comprometido a confirmar "antes de fin de año" que siguen con vida los secuestrados… y vuelve a arremeter con la insistencia para que el gobierno de Uribe le permita reunirse con Marulanda en tierra colombiana…

Entre sus argumentos, está una aparente promesa que según él, le hizo el jefe de las FARC, Manuel Marulanda, en una carta recibida por Chávez por medio de la senadora colombiana Piedad Córdoba, que también actúa en el asunto, y que además milita en bando afín. A Chávez no le inmutan las preguntas sobre su incapacidad para llevar a París las pruebas de vida que esperaban los familiares de Betancourt y el gobierno francés, a esas preguntas, creyéndose inobjetable, responde que él está "completamente seguro" de que ella está viva.

Sarkozy no hizo comentarios tras el almuerzo de trabajo con Chávez ni tampoco después de la reunión de ambos con la familia de Betancourt. Según el portavoz del Elíseo, David Martinon, Sarkozy recordó que las pruebas de vida de los cautivos "eran indispensables, tanto para estar tranquilos sobre la suerte de los rehenes como para asegurarse de la sinceridad de las FARC en la búsqueda de una solución humanitaria".

El jefe del Estado francés tomó nota de las promesas hechas por las FARC a Chávez de que "se facilitarían rápidamente" las pruebas de que viven los rehenes, a la vez que "lamentó que estas nuevas promesas" aún no se hayan materializado, agregó el portavoz.

Sarkozy reiteró a Chávez su apoyo a los esfuerzos que éste lleva a cabo para lograr la liberación de los cautivos, "en acuerdo con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe", señaló Martinon. El presidente francés "alentó" a Chávez a continuar sus esfuerzos "subrayando la necesidad de seguir en contacto estrecho con las autoridades colombianas", dijo el portavoz del Elíseo.