Sálvame naranja, sálvame limón

Después del toque dado a Sálvame por la CNMT éste ha iniciado su programación modificando el lenguaje pero no los contenidos. De 16 a 17, que no es horario de obligada protección infantil siguieron como siempre y de 17 a 20.15, es el sálvame más adecuado para los niños. Es decir, con lenguaje familiar.

Al margen de lo que cada uno opine de este programa. ¿No sería todo muchísimo más sencillo que los padres fuesen los encargados de controlar a los hijos en lugar de que tengamos que pagar a unos señores que paguen por lo que sólo los adultos debemos hacer? Es un gran infantilismo y así nos va.