A Artur Mas le saldrá barato defenderse en el procedimiento que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha abierto contra él por la consulta alternativa del 9 de noviembre. Los servicios jurídicos de la Generalitat coordinarán la defensa del president y de las conselleras Irene Rigau y Joana Ortega, según ha explicado el conseller de la Presidència, Francesc Homs, tras la reunión semanal del Consell Executiu. Pese a que Mas, Rigau y Ortega aprovecharán a los abogados públicos en beneficio propio, no es descartable que también contraten sus propias defensas, ya que se les investiga a título personal y no como institución.
Pese a haber puesto en marcha a sus servicios jurídicos, la Generalitat no parece de momento muy preocupada por la acción de la justicia.
Homs ha insistido en la tesis de que es insólito y "poco democrático" que se acuse a alguien por sacar las urnas a la calle. Es el argumento al que se agarra el Govern olvidando que de lo que se acusa a
Mas,
Rigau y
Ortega es de haber desobedecido una orden del Tribunal Constitucional y no de haber celebrado el sucedáneo de referendo. Para Homs, la decisión de investigar el 9-N obedece sólo "a cuestiones políticas, no jurídicas". Por lo que, ha avisado al PP de que con esas querellas "no frenará el proceso independentista". "La querella es la reacción de la desesperación del PP", ha subrayado el conseller.
En su comparecencia, Homs se ha referido también a
Pablo Iglesias. Hasta el domingo, el líder de Podemos era una especie de extraterrestre en la política catalana. Aunque algunas encuestas le auguran desde hace tiempo presencia en el Parlament, poco preocupaba a la clase política de Cataluña, inmersa en su proceso independentista. Pero el domingo, Iglesias aterrizó en Barcelona, dio un mitin muy concurrido e hizo un tour mediático repartiendo estopa contra lo que él considera la casta política catalana.
Ahora ya no se ningunea a Podemos. Sobre todo después de que Iglesias asegurase que no ve a Artur Mas como un interlocutor válido. Esas declaraciones han dolido y Homs no ha tardado en rebatirlas. El conseller ha asegurado que Iglesias es un "antidemócrata" que habla "desde la superioridad moral" y que se permite el lujo de "decidir quiénes son los buenos y quiénes son los malos". Para Homs, ese proceder es poco democrático, por cuanto "cualquier persona elegida por los ciudadanos es un interlocutor válido".
Además, el conseller ha tratado de desactivar el posicionamiento, un tanto ambiguo, de Iglesias sobre el proceso independentista. Iglesias se muestra contrario a la secesión de Cataluña, pero partidario del derecho a decidir, es decir, de la celebración de un referendo separatista. Para Homs, esa postura es idéntica a la del PP: "Hay dos maneras de estar contra el derecho a decidir. Una es decir que no como el PP y la otra desvirtuarlo tanto como Iglesias, el resultado es como decir que no", ha concluido.
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