Ónega presenta el primer testimonio exclusivo de don Juan Carlos I tras su abdicación en una particular crónica de su reinado

Coincidiendo con el primer cumpleaños de Juan Carlos I después de su abdicación y unos días después del primer discurso navideño de su hijo Felipe VI, se publica Juan Carlos I. El hombre que pudo reinar, del periodista Fernando Ónega, que hace balance global de un reinado que modernizó España, apoyándose en los inestimables testimonios del propio monarca.

En los meses posteriores a su abdicación, Su Majestad el Rey Juan Carlos I mantuvo una larga conversación con el prestigioso periodista sobre muchos aspectos de su reinado, que van de lo sentimental a lo histórico: rememora su infancia en España separado de su familia y bajo la tutela de Franco; la incertidumbre de los primeros años; la inquietud ante la posibilidad de enfrentarse a la firma de una sentencia de muerte antes de que esta pena fuese abolida por la Constitución; la emoción que sintió al recorrer por segunda vez el mismo camino que treinta y nueve años antes le había llevado al trono, o el orgullo de ceder la corona a su querido hijo el Rey Felipe VI. 

También aprovecha para aludir a algunas afirmaciones vertidas en tiempos recientes acerca de su papel en el 23F, habla de su relación casi fraternal con Armada, reconoce el momento exacto en que fue consciente de su traición y explica algunos detalles sobre el fallido golpe de estado. Cuarenta años después de su llegada al trono y en un momento crucial para la monarquía, este libro hace balance de su reinado apoyándose en los recuerdos de aquellos que lo conocieron y trataron de cerca: políticos como José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, Joaquín Leguina, Jordi Pujol o José Antonio Ardanza; colaboradores de la Casa Real o periodistas, sin olvidar a las jóvenes generaciones representadas por Pablo Iglesias y Alberto Garzón entre otros. La abdicación ocupa un lugar destacado en el libro. Los afectos y desafectos de la Familia Real, el descenso de la popularidad del Rey Juan Carlos I como consecuencia de los diversos escándalos o la progresiva soledad en la que fue cayendo a raíz de estos problemas, se cuentan entre las razones que le llevaron a plantearse la abdicación en varias ocasiones al menos desde 2010.