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Unas 2.200 personas han entrado en Melilla por la valla este año

Unas 2.200 personas han entrado en Melilla por la valla este año

martes 30 de diciembre de 2014, 19:31h
En torno a 2.200 personas han entrado en Melilla este año saltando la valla fronteriza, los últimos este mismo martes, cuando 102 han superado el perímetro y han llegado al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad autónoma en el que se ha convertido en salto más numeroso de todo 2014, según los datos de la Delegación del Gobierno.
Con sus cálculos, en este periodo se han contado más de 20.000 intentos de entrada individuales por esta vía. La cifra se calcula a bulto por las fuerzas de seguridad desplegadas en el perímetro tras cada intento de salto en grupo y no equivale a un número de personas, ya que es frecuente que el mismo individuo trate de cruzar la valla en varias ocasiones.

   Desde la Delegación, inciden no obstante en que se trata de la cifra más elevada de intentos individuales de entrada de toda la historia, por encima de los datos recogidos durante las llamadas 'crisis de las vallas' del año 2005, cuando después de que se produjera la entrada de más de 5.500 personas en Ceuta y Melilla se reforzó el vallado y se instalaron alambradas con cuchillas.

   En 2014, las cifras de saltos de las vallas siguen estando muy por debajo de las registradas en aquella época, con las citadas 2.200 personas que han entrado en Melilla tras 71 saltos en grupo. En el mismo año, han llegado a la ciudad autónoma 10 pateras, fundamentalmente embarcaciones de juguete, con algo más de 190 personas a bordo en total. Aún no hay cifra definitiva de entradas irregulares por otras vías.

   En cuanto a Ceuta, en 2014 el salto de la valla ha sido excepcional, según informan fuentes de la Delegación del Gobierno. La mayoría de las personas que han llegado sin permiso cruzaron ocultos el puesto fronterizo o entraron por mar, ya fuera a nado o en pequeñas embarcaciones. Incluyendo estos casos, han entrado 1.653 personas a lo largo de doce meses, y se han contabilizado 2.953 intentos individuales de hacerlo.

   Ceuta no obstante recordará 2014 por la tragedia de El Tarajal. El pasado 6 de febrero, al menos 15 personas murieron intentando bordear a nado el espigón que separa en este punto España de Marruecos. El fallecimiento de los cinco jóvenes cuyos cuerpos fueron recuperados en aguas españolas está siendo investigado por un juzgado ceutí, para esclarecer si el uso de material antidisturbios por parte de la Guardia Civil, que disparó pelotas de goma y botes de humo cuando había personas en el agua, pudo determinar el desenlace.

EN LA MISMA LÍNEA QUE 2013

   Con este balance provisional y a falta de los datos completos de entradas clandestinas en Melilla, las llegadas irregulares a las ciudades autónomas se mantendrían en línea con las registradas el año pasado, cuando al cierre de diciembre se contaban 4.235 personas. Aquella cifra suponía un incremento del 48,5% frente a 2012, aunque un descenso del 15% respecto de 2001.

   No en vano, la Agencia de la UE para la Frontera Exterior (FRONTEX) vaticinó la semana pasada que la tendencia en España era una estabilización de las migraciones y calculó en unas 7.000 personas las interceptadas en la entrada irregular al territorio nacional. En Italia la cifra asciende a 170.000, Grecia y Bulgaria suman entre ambos 50.000 y Hungría, en su frontera con Serbia, 22.000.

   Eso, en un año en que se han batido todos los récords de migraciones hacia Europa, con más de 260.000 inmigrantes rescatados mientras intentaban alcanzar la UE, la mayoría por mar, según los mismos datos de FRONTEX. Es el doble que el año pasado y supera con creces las cifras registradas durante las primaveras árabes.

   También tiene 2014 el triste récord en mortalidad. Según la Organización Internacional de Migraciones, ha sido el año "más mortífero" con 4.868 personas fallecidas sólo hasta el 12 de diciembre intentando completar su proyecto migratorio, de las que 3.224 se ahogaron en el Mediterráneo.

LA MAYORÍA SON REFUGIADOS

   En cuanto a las personas que llegan, en las vallas fundamentalmente se encuentran ciudadanos de países subsaharianos, aunque a las ciudades autónomas acceden en proporción mayor personas de otras nacionalidades, como Siria, cuyos refugiados han sido la población mayoritaria del CETI de Melilla en la recta final del año. Por primera vez desde la guerra de Argelia, no se producía una minoría de subsaharianos en estas instalaciones en favor de otras nacionalidades.

   El Alto Comisionado de Naciones Unidas (ACNUR) en España ha venido contrastando a lo largo del año la consolidación de un cambio de perfil en las personas que llegan a las ciudades autónomas que ya comenzó a apuntalarse en 2013: la proporción de potenciales refugiados es cada vez mayor, es decir, en torno al 70% de los que llegan podrían pedir asilo en España porque proceden de países que o están en guerra o no garantizan los derechos fundamentales de todos sus ciudadanos.

   En este sentido, coincide con FRONTEX cuando afirma que desde las primaveras árabes (2011), la mayoría de las personas que intentan llegar a Europa son refugiados. Según los cálculos que facilitó el director adjunto de la agencia, Gil Arias, a la SER, más del 80% de las personas interceptadas este año huían de países como Siria, Irak, Somalia, República Centroafricana o Eritrea. En el 70% de los casos, salieron desde las costas de Libia a países distintos de España. y
se calculan 20.000 intentos individuales
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