Mas se impone a Junqueras y convoca elecciones para el 27 de septiembre

Ahora, el calendario electoral catalán, el misterio mejor guardado durante las últimas semanas, ya es público. La campaña comenzará el 11 de septiembre, coincidiendo con la Diada Nacional de Cataluña, que Mas ya vaticina, también, como histórica. Y las elecciones se celebrarán ese memorable 27 de septiembre, después, por tanto, de las municipales, previstas para el 24 de mayo y antes de las generales, que se celebrarán probablemente a finales de año.
 
Pero a cambio de poder escoger un día a su gusto en el calendario, Mas también ha tenido que ceder ante Junqueras. El presidente pretendía que las personalidades relevantes de la sociedad civil que se apunten al carro electoral fueran solo en su lista. No será así. Habrá listas separadas y los independientes irán con quien quieran, aunque los partidos soberanistas incorporarán una hoja de ruta común, que ya está muy avanzada, a sus programas electorales. Una hoja de ruta que tendrá como base fundamental la independencia de Cataluña y seguramente incluirá una propuesta de constitución catalana, según ha anticipado Junqueras.
 
Pese a esa cesión, Mas sale de esta negociación como claro ganador. Gana tiempo. Nueve meses preciosos en los que puede gestar la recuperación de su partido, sobre todo, si como se prevé, mejora la economía y puede apuntarse el tanto. Además, el presidente le ha arrancado a Junqueras la promesa de que ERC apoyará su presupuesto para este año. Con eso, CiU supera su "marrón" más inmediato, porque se veía abocada a gobernar con un presupuesto prorrogado. Tampoco se descarta que los republicanos entren en el Govern, lo que iría de perlas a los convergentes pues les permitiría compartir el desgaste de gobernar.
 
Disimulo
Junqueras es consciente de que ha perdido esta batalla, aunque ha tratado de disimularlo y ha comparecido ante la prensa con la mejor de sus caras. En su intervención ha reconocido que sólo Mas tenía potestad para convocar las elecciones y ha dado ha entender que ERC ha pasado por el aro, porque esa era la única opción "para culminar el proceso" y para dar a los catalanes "la oportunidad definitiva" para "ganar la independencia".
 
Sea como sea, el caso es que ahora los partidos soberanistas ya pueden volver a presumir de unidad. Ya están de acuerdo y ya han recuperado a su común enemigo: Mariano Rajoy. Con esa convocatoria de elecciones, Mas considera que se "garantiza la continuidad del proceso de transición nacional para llevarlo a la victoria".
Mientras que Junqueras se ha mostrado muy ufano por el hecho de que ahora será el gobierno central quien "tendrá que preocuparse". Ambos líderes han acordado que usarán estos meses pre electorales para construir "estructuras de Estado" tales como la Seguridad Social catalana o incrementar "la acción exterior de la Generalitat".
Las cartas están echadas, pero aún quedan algunos interrogantes. ¿Qué pasará con Unió? ¿Suscribirá el partido de Duran esa hoja de ruta independentista compartido por los partidos soberanistas? Mas no parece preocupado por una posible ruptura con los democristiano. Ha asegurado que no puede hablar por otras formaciones, pero ha explicado que Duran y otros miembros de su partido, como Joana Ortega y Ramon Espadaler, estaban informados de sus intenciones.