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Cesar Antonio Molina (Ana Portnoy)
Cesar Antonio Molina (Ana Portnoy)

César Antonio Molina, ex ministro de Cultura: "La relación entre cultura y poder ha sido siempre complicada"

> "El sistema educativo es una cuestión de Estado y no debería  depender del  partido que gobierne"

lunes 26 de enero de 2015, 16:32h
César Antonio Molina (A Coruña, 1952), poeta, ensayista, crítico literario y profesor de Humanidades, forma parte  -lo quiera o no-  de la categoría de lo que el común de los mortales entendemos por un intelectual. Pero un día José Luis Rodríguez Zapatero lo llamó a  filas para integrarlo en su gobierno como ministro de Cultura. Molina aceptó, pero Zapatero lo mantuvo  poco más de dos años al frente de esa cartera. Las razones, según ha confesado públicamente  nuestro interlocutor, se las dio el propio presidente: "Me dijo tres cosas, que yo era muy austero y que necesitaba una chica joven y glamour"... 

Obviamente, César Antonio Molina no es una chica, ni es ya tan joven; lo del glamour debió de provocarle una cierta sonrisa y la  austeridad, por mucho que uno se empeñe, forma parte del ADN del individuo. 

Así las cosas, probablemente el escritor metido a político no podía hacer más que una cosa: contarlo todo. Y eso es lo que ha hecho en 'La caza de los intelectuales' (Destino, 2014). Nuestra entrevista -no puede ser de otro modo- tiene que empezar  por aquí.   

Pregunta- Si alguien sabe en primera persona de las difíciles relaciones entre cultura y poder, ese es usted. ¿A qué conclusión ha llegado  después de haber transitado por las dos partes de la trinchera?

Respuesta- Que no ha cambiado nada la historia y que la relación entre la cultura y el poder es complicada desde el inicio de los tiempos.

P.-  A estas alturas, ¿no  se ha enterrado ya en España la inteligencia crítica, es decir, la  crítica fundamentada e independiente?

R.- No. Todavía afortunadamente tenemos ejemplos de personalidades que ejercen la crítica fundamentada desde el conocimiento y el respeto.

P.- A quienes, como Vd. han ostentado un puesto de ejemplaridad, ¿ser ejemplares les resulta más difícil o no?

R.- No creo que sea una cuestión de resultar fácil o difícil. Es más una cuestión de lealtad a tus principios y a tu manera de entender tus responsabilidades. Yo creo que la ejemplaridad está en realizar tu trabajo con la mayor honestidad, entrega y compromiso posibles. 

P.- ¿Ha traído la democracia un mayor nivel cultural a los españoles?

R.- La democracia solo ha traído a nuestro país mejoras. Y una de ellas es, por supuesto, la posibilidad de estudiar, leer y conocer otras culturas, además de la nuestra, lo que sin duda ha conseguido que nuestro país tenga un nivel cultural más alto.

P.- La crisis económica ha ido recortando los presupuestos de Cultura  año tras año y, como consecuencia, hemos visto, por ejemplo, el carpetazo que se ha dado a nuevas aperturas del Instituto Cervantes y cierre de algunas sedes, los recortes en la música, el cine, los museos, el teatro... La cultura parece ser el área que antes sufre los recortes y, posiblemente, será la última en beneficiarse de la recuperación, ¿no?

R.- Pues esperemos que no sea así ya que la cultura también genera ingresos y es una parte importantísima de la economía de nuestro país. Medidas como el IVA cultural solo han conseguido frenar la creación cultural y con ella todos los beneficios que se generaban de esta industria.

P.- El sistema de mecenazgo español, ¿no debería someterse a un      profundo  cambio de modelo?, ¿no  tendría que  ser más  favorecedor  de la irrupción de la empresa privada y que la colaboración de esta con las administraciones públicas en pro de la cultura iniciase de una vez un camino sin retorno?

R.- Por supuesto. Es impensable que en un país como el nuestro no se premie que los mecenas inviertan en cultura. Y hablo con conocimiento de causa ya que D. Germán Sánchez Ruipérez, nuestro fundador, invirtió inicialmente en el proyecto Casa del Lector 26 millones de euros de sus propios recursos y no obtuvo ninguna ventaja fiscal.

P.- Con todo, hoy pueden verse las salas de cine, las bibliotecas, los museos o los teatros llenos y aunque cierran  pequeñas librerías, se abren  otras macrolibrerías, salas alternativas de teatro o cine, etc. ¿No será  que estamos asistiendo a una renovación profunda de todo el modelo  y no sabemos muy bien cómo coger el toro por los cuernos?

R.- Es posible pero como todos los cambios de ciclo y de modelo solo se podrán analizar desde la distancia del tiempo. Ahora lo que están haciendo los creadores y gestores culturales es intentar adaptarse a las malas condiciones que existen. Es una cuestión de supervivencia. Para seguir creando y viviendo de la creación tienen que adaptarse a los malos tiempos que nos está tocando vivir.

P.- En estos últimos años, ¿qué  cosas no esperaba  que sucediesen en el campo de la cultura y han sucedido  y,  por el contrario, cuáles  otras deseaba  y no ha podido ver materializadas?
R.- No esperaba un IVA cultural tan alto que pusiese las cosas tan difíciles a los creadores y esperaba ver a mi gran amigo Juan Goytisolo ganar el Cervantes y, por fin este año, se ha cumplido.

P.- Las nuevas tecnologías suponen, en buena medida, una   democratización y acercamiento del conocimiento a todos  y en todos sitios, pero también de la impostura, de la  incultura y, además, del incremento de la piratería cultural y de la instauración de cambios  profundos en  las reglas del juego... Una relación de amor-odio, que me gustaría saber cómo coloca Vd. en su esquema de valores.

R.- Soy partidario, por supuesto, de las nuevas tecnologías. Creo que estamos viviendo un cambio de ciclo y que todo lo que posibilite el acercamiento de la sociedad a la cultura es, no solo positivo, sino muy recomendable. El problema es que, en ocasiones, el uso que se está haciendo de esta tecnología no es el correcto. Y si antes hablabamos del IVA cultural y del daño que está haciendo a la sociedad, la piratería es, sin duda, su mayor lacra. No se puede permitir que se vulneren de esa manera los derechos de los creadores.  

P.- En la base de la cultura, sin duda, está la educación, ¿por qué hay constantes cambios en las leyes que rigen la Educación -casi  con cada gobierno-? ¿Tan difícil es llegar a un pacto entre partidos en este campo?

R.- Pues parece que sí ya que todavía no se ha conseguido. En mi opinión, es una asignatura pendiente para los responsables políticos sean del partido que sean. Yo creo que, determinados temas, tendrían que ser cuestiones de Estado y no depender de quién gobierne.

P.- La Secretaría de Estado de Cultura ha concedido a la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, la institución de la que depende La Casa del Lector, que Vd. dirige, 75.000 euros para poner en marcha sus actividades de promoción de la lectura y las letras españolas en 2014. ¿La cultura subvencionada, no es una cultura maniatada?

R.- De ninguna manera. Como tampoco lo son las industrias del automóvil, o la agricultura o los bancos que han recibido una gran cantidad de dinero para no hundirse. Y eso sí que son grandes subvenciones y no las migajas que recibe el mundo de la cultura.La Fundación Germán Sánchez Ruipérez lleva más de 30 años trabajando y es una de las instituciones que más ha hecho por la difusión de la lectura no solo en España, sino en todo el mundo latinoamericano, y recibe subvenciones como cualquier otra fundación que se presente a ellas y que cumpla los requisitos. Y además, esas ayudas no conforman ni el dos por ciento del presupuesto total que aporta la Fundación de sus propios recursos.
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