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Aprender a gestionar las emociones

Por Forex
jueves 26 de febrero de 2015, 14:25h
Aprender a gestionar las emociones

Una de las cualidades de un buen inversor en broker, como hemos visto, es la de ser un buen gestor de sus emociones. Es tan importante que merece un apartado extra. Eso es así debido a que la falta de control tanto en casos de frustración como de euforia, es responsable de un altísimo porcentaje de las pérdidas de los inversores y lo que está detrás de la mayoría de las veces en las que estos pierden todo su dinero para inversiones.

Dos son los sentimientos más difíciles de controlar:

- La frustración = Cuándo se sufre una pérdida inesperada muchos inversores sienten una inmensa frustración. Seguramente se han fijado unos objetivos mensuales y en su cabeza ya se habían hecho mil cuentas de la lechera, una de las cosas que hay que evitar en Forex. Ante esta situación, tratan de recuperar su dinero lo más rápidamente posible y para ello no dudan en invertir más por operación o realizar un mayor número de ellas, incluso deciden entrar en operaciones con mayor riesgo de lo que asumen normalmente. De esta manera rompen con los pilares de su estrategia y, como consecuencia de la toma de decisiones precipitadas, a menudo pierden todavía más dinero del previsto.

- La euforia = Es la sensación contraria a la frustración e igualmente peligrosa. Hemos tenido una buena racha, todo ha ido muy bien en nuestra jornada de inversiones y hemos realizado el número previsto de ellas con altos beneficios. De repente, por la cabeza se nos pasa la idea de "¿por qué parar ahora? Si sigo podría ganar mucho más dinero". Este suele ser el principio de una serie de malas decisiones que pueden hacer que incluso se pierda todo lo ganado. Nuevamente nos saldríamos de nuestra estrategia asumiendo riesgos mayores, por ejemplo invertir más dinero del que nuestra estrategia de gestión monetaria nos permite o invirtiendo en un horario en el que no estamos acostumbrados a trabajar.

También es importante controlar sentimientos ajenos a las inversiones. Mientras que hay personas que son capaces de dejar a un lado sus problemas personales e invertir fríamente, otras se ven muy afectadas por los mismos y no dejan de darle vueltas sin prestar toda la atención a lo que debería de ser su trabajo. Debemos de ser objetivos y valorar si somos capaces de estar al cien por cien y, si no es así, apagar el ordenador y dejarlo todo para más tarde o incluso para el día siguiente. No ganaremos dinero ese día, pero tampoco vamos a perderlo innecesariamente.

Con el tiempo y la adquisición de buenos hábitos aprenderemos primero a identificar siendo sinceros con nosotros mismos en qué momentos no debemos de invertir. A continuación, muchas personas logran poco a poco dejar a un lado sus sentimientos y operar cada vez con más frialdad. Otros no lo consiguen nunca. Pero ambos pueden triunfar tan solo con identificar cuándo les pasa esto y retirarse si no pueden gestionarlo.

¿Cómo aprendemos autocontrol?

El autocontrol se adquiere por dos vías principales:

- La constancia = Un día quizás no seamos capaces de ver en qué momento hemos perdido el control de nuestras emociones, al día siguiente igual tampoco, pero con práctica y esfuerzo lo lograremos. Es cuestión de darse cuenta antes de que perdamos totalmente las riendas identificando esas primeras señales, como un nerviosismo en aumento, comenzar a pensar en tomar decisiones al margen de la estrategia, etc.

- El ejercicio = Si, este es quizás uno de los temas de los que menos se habla pero que tiene su importancia. Muchos inversores de éxito advierten que sin la práctica de ejercicio físico no podrían eliminar el estrés que acumulan con sus operaciones y conseguir mantener su mente fría y ordenada. Ya lo decían los antiguos griegos, mente sana en cuerpo sano y no les faltaba razón. Algunos necesitan descargar adrenalina con actividades como el spinning o las artes marciales, que suponen una actividad física fuerte. Otros prefieren el yoga o el tai-chi, que les ayuda a adquirir buenos hábitos físicos y también mentales. No subestimes la importancia que puede tener dedicar un poco de tiempo a uno mismo y al ejercicio para conseguir una actividad mental sana y una gestión emocional correcta.

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