Congreso Internacional Taurino: bueno para Castilla-La Mancha y Albacete, nulo para la Fiesta

Una cita muy publicitada, que si bien sirvió para promocionar la mayor ciudad de Castilla-La Mancha, fracasó en el objetivo de ayudar al espectáculo taurino. Porque de nada sirve organizar una serie de mesas redondas con personajes de los diversos estamentos del espectáculo táurico -por cierto, ninguno de ellos en representación de los clientes que lo mantienen, o sea de los aficionados- que debatieron y contaron algunas ideas y muchas anécdotas. 

De nada sirve. Tampoco sirvió a la Fiesta el lucimiento de los poderes políticos del PP, desde el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, en un asunto en el que el Estado hace años que transfirió las competencias a las autonomías, a la presidenta de la región, Dolores de Cospedal, o al presidente del Senado, Pío García Escudero, una terna que hizo el paseíllo para aprovechar el tirón mediático y contar también lo buenos que son,  lo bien que lo hacen. Pues ya se sabe que estamos en año electoral a tope y con las autonómicas relativamente cerca. 

La carga demagógica es evidente, porque si realmente desde la autoridad política se quiere ayudar a la Fiesta no hacen falta estos costosos montajes -a los que, por cierto no se invitó a ningún representante de la prensa crítica con la situación actual de la misma-, hay otras medidas muy a su alcance que en casi cuatro años de poder, y pese a sus promesas -siempre en paralelo a lo que han hecho en el resto de los asuntos gobernados-, no han tomado, más allá de declaraciones honoríficas de Bien Cultural. 

De dos orejas, a pitos y bronca

Por ejemplo, bajarle los impuestos brutales que soporta; por ejemplo quitarle otras cargas económicas que encarecen muchísimo el espectáculo como el piso de plaza, como los cánones que se exigen en los concursos; por ejemplo, hacer cumplir los reglamentos y que los explotadores de los cosos paguen todos los honorarios y boletines a la Seguridad Social de los coletudos; por ejemplo, procurando que cuando comisarios y concejales se suben a los palcos para presidir los festejos sean exigentes y defiendan los derechos delos aficionados y no los de los mandamases de la Fiesta; por ejemplo, fomentando la afición como espectadores de los jóvenes, que son el futuro y hace tiempo que no se les ve en los tendidos; por ejemplo...

Lo dicho/escrito que un triunfo para Castilla-La Mancha y sobre todo para Albacete, una auténtica potencia en lo taurino, tan impregnado en sus habitantes y cuya Feria de septiembre es en todos sus aspectos de las mejores -entre las cinco primeras sin duda- de España, por el número y calidad de corridas y por la buena presentación de los bicornes que se lidian. Un puntazo mediático, turístico y económico con las decenas de ponentes y los visitantes que acudieron. O sea, de dos orejas. 

Mas para la Fiesta, que en nada ha cambiado del viernes a este lunes, de pitos cuando no bronca. Porque sigue con toda su problemática y cada día peor por culpa de los taurinos profesionales, no por los antitaurinos, Y el Congreso -en el que no se contó con ningún torero de la tierra para el festival- ha aportado lo mismo o menos que muchas de las jornadas que organizan muchas peñas taurinas donde se habla y se habla de ideas y anécdotas, y al final todo sigue igual. Las autoridades tiene que aplicar eso, su autoridad ejecutiva, y tomar medidas reales -que para eso mandan-, como las apuntadas líneas arriba, en lugar de estos Congresos para su lucimiento y olé.