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Un nuevo país para Violeta

sábado 07 de marzo de 2015, 11:59h

El domingo, 8 de Marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Para acercarnos a la realidad de las toledanas y poder escuchar una historia personal, decidimos hablar con Violeta y conocer su historia.

Violeta es una toledana, de cuarenta años, residente en el barrio del Polígono, donde vive junto a su hija. Era interina de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha pero llevan dos años sin llamarla y está en paro, en poco tiempo se le va a acabar esta ayuda, y la única opción que ve viable es volver a la casa de sus padres. Dice sentirse impotente, frustrada y deprimida, tiene mucha angustia. La impotencia ha conseguido atravesar las diferentes esferas de su vida y, lo que más le duele, es lo mucho que esto afecta a la relación con su hija.

¿Se puede ser indiferente ante esta situación? Las viejas formas de hacer política han aumentado las desigualdades sociales que ya existían y han colocado en una situación de riesgo de exclusión a muchas mujeres. Violeta es una madre soltera, sin empleo y con una hija a su cargo, pero puede ser una mujer mayor cuya pensión no llega a 400 euros, o una mujer víctima de violencia de género, o una mujer que es empleada doméstica en condiciones precarias, o una mujer que está a punto de perder su casa, o una mujer que ha tenido que dejar su trabajo para cuidar de una persona dependiente. Hay muchas Violetas en Toledo que se ven empujadas por las políticas austeras a condiciones de máximo riesgo de pobreza, exclusión social y violencia...Y no todas llevan pasaporte español o tez blanca, Violeta encarna tantas realidades como mujeres.

De la impotencia a la posibilidad.

Detrás de los datos técnicos y del discurso de las instituciones, aparece el relato de lo propio: el malestar de una persona. El 15M puede ser visto como una gran queja colectiva, en la que gritábamos no nos representan. La voz del pueblo no estaba siendo escuchada, y ese grito suponía una verdad, una crisis en la representación del mundo en que vivimos. Aunque pudiera parecer que el 15M quedó en el olvido, lo cierto es que nos pusimos en marcha.

Otras tantas Violetas, cansadas de escuchar "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", sabiendo que eso era mentira, comenzaron a unirse y formar asociaciones, plataformas y movimientos. Dentro de estas Violetas se encuentran las compañeras de Podemos. Esas mismas que llevadas por la ilusión de formar parte de este proyecto decidieron dar un paso adelante. En Podemos las vemos trabajar día a día, aportando su inteligencia y ganas al proyecto. Sabemos que han dejado tiempo de su vida para ello, pero con la única intención de poder aprovechar esta oportunidad histórica que tenemos delante. Las élites que nos gobiernan saben que no van a conseguir pararnos con sus mentiras y sus insultos, ya que tenemos memoria y no olvidamos lo que han sufrido nuestras vecinas y vecinos, nuestros familiares y nosotras y nosotros mismos.

El 2015 se presenta como el año del cambio. La apuesta que sostenemos, no pasa simplemente por ganar las elecciones; pasa por ser capaces de construir un nuevo orden social en el mundo, donde la Igualdad forme parte de ese sentido común arrebatado. Como algo indispensable para que exista la democracia y que además beneficia al proyecto de país que queremos. La obligación del Estado es proteger y garantizar los derechos humanos, como condición necesaria para poder crear un país solidario.

Desde podemos apostamos por un proyecto ganador de libertades y derechos. Queremos un país comprometido con los valores democráticos, donde la palabra democracia aluda a su sentido real. No basta con afirmar que somos un país demócrata, hay que poner en práctica condiciones concretas que hagan posible un proyecto común donde la gente disfrute de calidad de vida. Por ello, hemos propuesto medidas para reorganizar el sistema de cuidados a personas dependientes como parte imprescindible para recuperar la economía de pueblo. Los cuidados no son un asunto privado, de las familias -en concreto mujeres-, sino de un sistema de solidaridad desde lo público. El Estado tiene que garantizar que las mujeres no sean expulsadas del mercado laboral o condenadas a la precariedad, o que se vean obligadas a renunciar a sus derechos de autonomía personal y libertad económica. Detrás de la desigualdad entre hombres y mujeres hay una ineficiencia económica, ya que se desaprovecha una mitad de la población capacitada.

Frente al proyecto del país de las élites de poder, nosotros y nosotras queremos un país de ciudadanos y ciudadanas libres. Libres para decidir nuestro proyecto vital, tanto en nuestra vida personal como profesional. No hay democracia sin ellas. Pedir democracia es pedir ser dueños y dueñas de nuestras vidas. Este cambio tendrá sentido si las políticas se traducen en cambiar la vida cotidiana de las personas. Después de escuchar a Violeta, la única respuesta posible es conseguir que tú y tu hija tengáis una vida digna.

¿Pueden nuestros deseos, trabajando desde lo común, ayudarnos a vivir en una sociedad igualitaria? La apuesta sigue en marcha y queremos que formes parte de esta ola de cambio. La mitad de la población, las mujeres, tienen que estar presentes: el cambio es ahora y con nosotras.

Secretaría de Igualdad de Podemos Toledo

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