La Generalitat expropiará pisos vacíos de entidades financieras

Para Vila, la existencia de estos pisos vacíos cuando hay demanda de vivienda es una "inmoralidad". Además, el conseller teme que los fondos buitres se hagan con esas casas y pongan en peligro de desahucio a los posibles inquilinos. Esta expropiación, que el Govern denomina "cesión forzosa", se producirá como último recurso cuando los bancos se nieguen a poner en el mercado las viviendas deshabitadas. La Generalitat las tomará en usufructo, las rehabilitará y las alquila para devolverlas a su legítimo dueño en diez años.

Previamente, el Govern plantea la posibilidad de multar a las entidades financieras que tengan pisos vacíos para inducirlas a que pongan los pisos en el mercado de alquiler. Además, el Govern se plantea ejercer un derecho de tanteo y retracto sobre las viviendas que los bancos pongan en venta. Eso significa que las comprará al mismo precio que la entidad haya fijado para destinarlos después a vivienda social. El Ejecutivo catalán ya ha habilitado una partida presupuestaria para hacer estas compras.

Por otra parte, el conseller de la Presidència, Francesc Homs, ha reconocido que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el de ERC, Oriol Junqueras, se reunieron la semana pasada para ultimar la hija de ruta de la independencia que pretenden declarar tras las elecciones del 27 de septiembre si ganan las elecciones. Junqueras ha explicado esta mañana que ese plan secesionista ya está listo, pero que no se hace público por las reticencias de Unió, el partido de Josep Antoni Duran.

Homs ha restado importancia a las críticas de Junqueras y ha insistido en que la idea de Mas es que "el mayor número" de partidos puedan adherirse a ese proyecto, incluido Unió. De hecho, CiU trata de mantener el difícil equilibrio entre su simpatía hacia el independentismo de ERC y su asociación con Unió. CDC rechazó en su reunión del domingo declararse como un partido independentista y optó por definirse como "nacionalista". Hoy Homs ha evitado entrar en esa polémica.

Lo que sí ha confirmado el conseller es que las elecciones se celebrarán efectivamente el 27 de septiembre, pese a los rumores crecientes de que Mas se plantea dar marcha atrás precisamente por esas desavenencias con los republicanos y ante unas encuestas que cada vez son menos favorables a la mayoría absoluta de los planteamientos independentistas.