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Félix Gil, candidato de Podemos por Málaga: 'Lo primero que haremos será un plan de emergencia social de 211 millones al trimestre''

Félix Gil, candidato de Podemos por Málaga: "Lo primero que haremos será un plan de emergencia social de 211 millones al trimestre''

martes 10 de marzo de 2015, 19:41h
El candidato de Podemos por Málaga a las andaluzas no cree que su formación tenga techo. Avisa de que la primera decisión de su partido será realizar un plan de emergencia social tasado en 211 millones de euros al trimestre. Se muestra contrario a las infraestructuras faraónicas pero aboga por metros como el de Málaga y por dotar a centros sanitarios, educativos y dependencia de medios. También cree que hay que hacer progresivo el impuesto de sucesiones y recaudarles a multinacionales y grandes fortunas los impuestos que les corresponden.

Félix Gil nos atiende en el hotel Molina Lario de Málaga justo antes de reunirse con trabajadores portuarios. El cabeza de lista de Podemos por la provincia es un periodista jubilado que conduce un coche eléctrico. Y que instaló en su día placas solares como inversión, a modo de pequeño plan de pensiones. Sostiene que la derogación de la normativa por parte de los grandes partidos ha dejado en la estacada a 60.000 personas. En su caso concreto, prácticamente en la insolvencia.

Antes de entrar en faena, repasamos su trayectoria. Como periodista, se especializó en economía desde el principio. Firmó en Actualidad Económica y Arriba. "Fui con 20 años editorialista de Arriba, lo cual es bastante divertido", apunta. 

En el 1974, le contratan por tres años en TVE para la segunda cadena. Para hacer la información económica. Por varios errores del ente público con el procedimiento y tras intervenir la magistratura, muchos entraron a trabajar en televisión como funcionarios. Finalmente, trabajaría allí hasta su jubilación definitiva, el año pasado (antes, se acogió a una prejubilación por ERE).

En cuanto a la política, se afilió con 20 años al PCE. "He mantenido siempre actividad política y sindical. En la Transición colaboré con CCOO en la clandestinidad. Gran amigo de Nicolás Sartorius, Marcelino Camacho...", rememora.

¿Cómo se mete usted en este embrollo?

De casta le viene al galgo [risas]. No es mi primera experiencia en política ni como segunda actividad. Fíjese, el PSOE me dijo que si me afiliaba y me amenazaron con no tener futuro en TVE. Primero una agencia de noticias, después un periódico que se llamaba la Tarde de Madrid. Cerró con una deuda de 30 millones de pesetas que tuve que ir asumiendo yo. Pude pagar con años de trabajo. Perdí mi casa.

Tras esa aventura, cuando vuelvo a TVE, me ponen en el turno de noche. Eso es bastante duro. De doce de la noche a nueve de la mañana. El fracaso del periódico más eso fue demasiado. Pude hacer un intercambio con el compañero de Málaga. Mano de santo. En Málaga, toda esta amargura la pude amortizar psicológicamente y organicé la Escuela de Cine de Radiotelevisión de Andalucía. El primer año fue de pago y luego de manera gratuita. Fondos europeos, Junta, Forcem... Ha sido una actividad en la que me he sentido muy contento. 500 personas. La cerré a instancias de TVE por hacerles la competencia. Eso es morir de éxito.

¿Por qué Podemos y no IU?

Estuve militando hasta el año 96, cuando nos adscribimos a la corriente Nueva Izquierda que capitaneaba Nicolás Sartorius. Buscábamos un acercamiento de posiciones con el PSOE, igual que había unidad de acción entre UGT y CCOO. Aquello no se entendió. Eran los tiempos de 'la pinza'. No me dejaron votar en Málaga. Dejé la organización muy a mi pesar pero hay cosas que no se pueden tolerar. La mayor parte se fue al PSOE. Yo no.

Y ahora está usted en la tesitura de tener que adelantar a su anterior partido por la izquierda...

La vida te da sorpresas. Hace un par de años, ese acuerdo con el PSOE que planteábamos, lo pone en marcha IU. La otra sorpresa es que esas cosas que decíamos no parecían estar tan mal y nos situamos en la vitrina.

Usted no presidirá la Junta. Pero, ¿qué hará Podemos en cuanto se abra el despacho del Palacio de San Telmo?

Hay una crisis social evidente. Millones de personas ni siquiera cobran el subsidio. Hay muchas personas al borde de la indigencia. Es lo que se llama una emergencia social. Hemos encontrado que la ley prevé unos mecanismos que hasta ahora sólo se dedicaban a inundaciones y catástrofes naturales. Ese mecanismo lo articularemos de inmediato.

¿Pero es potestad autonómica?

Sí. Lo podría aplicar cualquier administración. Esto será lo primero. Hemos evaluado el coste de estas medidas de choque durante un trimestre en 211 millones de euros. Entendemos que está dentro de la capacidad de la Junta. Sería nuestra tarjeta de visita y la manera de que podamos empezar a hablar con dignidad.

¿Y a partir de ahí?

Claro, habría que ahondar mucho en empleo y formación. Soy una persona muy conocedora de esos temas de formación. Es ahí donde nos la jugamos. En Andalucía, contamos con alrededor de un millón de personas que abandonaron los estudios para trabajar en la construcción y que carecen de formación para desempeñar otros trabajos. Al mismo tiempo, tenemos la mejor generación de la historia, preparadísima, que se tiene que ir porque no tiene trabajo. Ahí hay que aplicar política de recursos humanos. Hay que darles herramientas para que puedan trabajar en el sector que sea.

Pero el término 'formación' no atraviesa su mejor momento en Andalucía. Hay una gran paralisis. ¿No temen levantar las alfombras?

Nos encontramos ante la desgracia de que estos fondos públicos han sido directamente robados. Estamos en una situación increíble, con el paro que tenemos y las escuelas de hostelería en Málaga cerradas. Es la mejor prueba del disparate de la gestión de la actual administración andaluza. La formación es un asunto de gran importancia, la piedra angular sobre la que debe descansar el inicio de un nuevo modelo productivo. Hay unos recursos enormes para esto. La propia UE pone a disposición de Andalucía un volumen importantísimo de fondos y la incapacidad de la Junta ha hecho que haya habido que devolver más de 800 millones de euros. Eso no puede ser. Como les han cogido con las manos en la masa, ahora nadie firma un papel. La corrupción no es sólo el dinero que te roban, es el desastre que significa.

¿Defienden ustedes, como lo hace IU, una banca pública en Andalucía?

No es algo que hayamos entrado a debatir. Lo que le diría es que la mejor banca pública se llama boletín oficial. Cuando tú tienes la capacidad de ordenar y administrar recursos, tienes la posibilidad de que la banca, las constructoras, los bares o cualquier actividad económica  se ajuste a determinados asuntos de interés general o que los propicien. Esto es una opinión personal porque no la hemos debatido. Lo que hay que hacer es que fluya el crédito y esto no pasa por un instrumento 'ad hoc', sino por hacer operativos los que existen.

En su campaña, no se habla de metros, trenes de la Costa, megahospitales...

Durante estos años, se ha hecho mucho pan y circo y política de 'catedrales' y de 'pirámides'. Parece que un político no era nadie si no era capaz de inaugurar una enorme obra de infraestructura o un edificio tremendo. Es una de las causas del desastre en que nos encontramos. Se ha invertido mucho dinero en asuntos no necesarios o directamente fallidos. Sólo alcanzamos a entender algunas de estas decisiones por el 3% famoso que haya cobrado alguien por hacer una obra. En algunos lugares, se han construido hospitales donde lo que se necesitaba era un pequeño ambulatorio. Al final, se ha hecho el hospital con el equipamiento y la dotación del pequeño ambulatorio. Así pasa en Benalmádena por ejemplo. Esta política es muy infantil y un retrato de la clase política durante muchos años. Tenemos que aprender de los errores.

Nosotros no vamos a vender humo. Queremos que se dote de personal formado los servicios públicos y a las políticas de sanidad, educación y dependencia. Aunque Andalucía es una de las regiones en las que más se ha avanzado, apenas sí se ha llegado al 30% de la gente que se tenía que llegar. Y, en cuanto a educación y sanidad, es mentira que no se hayan hecho recortes. En los hospitales, se ha despedido a miles de profesionales, se han hecho recortes y todo funciona muy precariamente. Si yo no hubiera tenido un seguro privado por la empresa en la que trabajé, un seguro del que hasta entonces ni había hecho uso, seguramente habría fallecido. El tiempo que había para una operación como la relativa al cáncer que yo padecía no era sostenible. Esto es muy duro.

Pero las infraestructuras también son necesarias...

Sí, efectivamente. Hay fondos europeos que se pueden aplicar a obras tan necesarias como el ferrocarril de mercancías Bobadilla-Algeciras. Los puertos si no tienen salida al interior para sus mercancías también se convierten en infraestructuras sin su completo sentido. Si uno mira el mapa de las infraestructuras básicas de la Unión Europea, esta actuación está prevista desde hace muchísimos años. Y si no se desarrolla es por la incapacidad de las administraciones en ejecutarlo.

Una infraestructura ya en marcha y que hay que gestionar y ampliar es el metro de Málaga. ¿Cuál es el punto de partida de Podemos aquí?

Vamos a ser serios. Muchas veces de infraestructuras como el metro se dice que son muy costosas y caras de mantener. Aquí hay una trampa con las comparaciones. Si lo comparamos con los coches privados e, incluso, con los autobuses nadie tiene en cuenta el coste ambiental y en la salud de las personas. Mire, la Sociedad Española de Neumología calcula que en España mueren tres millones de personas al año en las ciudades como consecuencia de la contaminación ambiental. Ésa, y sin quitarle valor, es una cifra muy superior a la de las personas que anualmente fallecen en accidente de tráfico. Si eso no se computa, como un coste, si no se tiene en cuenta la importación de combustible fósil y otras variables... pues entonces resulta que sale que el metro es muy caro. No es verdad. El problema de la economía neoliberal es que es tramposa.

En la presentación de la candidatura, antes de la campaña, decían que para Podemos no había techo el 22M y que, en el caso de Málaga, por ejemplo, partían de un 'suelo' de cuatro diputados. ¿Han modificado algo estas previsiones con el discurrir de la campaña?

Es verdad, recupero aquello de que no tenemos techo. A diferencia de otras elecciones  en las que hay una cierta estabilidad, estamos viendo como PP y PSOE se están hundiendo, como decía César, 'a magnis itineribus'. En este escenario, en el que cada día hay un escándalo, un desastre más, los que estamos llamados a recibir el voto de los ciudadanos realmente no sabemos adónde vamos a llegar. El CIS, antes de la campaña, nos daba un 20% de los votos, he visto datos del 22...

La pregunta quizás más importante. ¿Qué pactos desarrollará Podemos en Andalucía?

Le respondo con otra pregunta: ¿Si fuéramos una fuerza hegemónica? Es que podemos no ser simplemente una llave, podemos ser la fuerza ganadora. O a lo mejor son otros los que pactan al margen de Podemos. Ahora mismo, si siempre hablar de pactos es imposible, ahora...

Ya, pero es un fraude que al ciudadano, al votante, se le oculte con quién se puede pactar. Tantas veces ha pasado eso de que traicionar su confianza...

Eso es fuerte y es verdad. Pero, claro, nosotros todo lo sometemos a la consideración de la ciudadanía. Y cualquier posible pacto, también. Se han adelantado unas elecciones en Andalucía por una decisión personal. Podría darse el caso de que ese juego terminara siendo el del aprendiz de brujo, que los resultados demostraran  que ha sido un error de cálculo tremendo. Si pretendía consolidar su posición, se está viendo que puede ocurrir todo lo contrario. Por lo tanto, será esa persona quien tenga que dar explicaciones de qué se va a hacer.

¿Les ha cogido el adelanto a contrapié? El primer día, con el 'crowdfunding' alcanzaron 100.000 euros...

Aquí se da una situación muy divertida, que es el miedo de las multinacionales porque les vamos a hacer pagar los impuestos que tienen que pagar y no los que pagan. Mire el caso de Errejón, que al final todo era si lo había puesto o no por escrito. O el tema de Monedero, que pagó de una manera pero alguien vio que de otra tenía que pagar más... Desde ese punto de vista, para nosotros es todo mucho más fácil. Cualquiera que quiera hacer una campaña electoral tiene que ir a un banco, pedir un crédito... Nosotros no. Nuestros gastos son ridículos y la mayor parte los asumimos nosotros. Yo como candidato me pago la electricidad del coche eléctrico con el que me muevo y, si me tengo que tomar un café o ir a Sevilla, me lo pago. Le diré que el presupuesto que hay para acto público es de 25 euros para los carteles.

¿Cada acto 25 euros?

Hablo de los de la secuencia diaria de campaña. Los que son un poco más fuertes tienen un coste algo mayor. El estándar es de ese precio. Se han inventado las redes sociales. Y hacemos el esfuerzo de promover los actos por ahí. Y, como todo el mundo no se mueve por Internet, reservamos esa partida para carteles.

¿Les van a devolver el dinero a los micromecenas?

Sí. Ya podemos vanagloriarnos de que le hemos ahorrado al pueblo español más de dos millones de euros. En las elecciones europeas, la subvención pública que tenía que haber recibido Podemos era de 3,5 millones de euros. Como la campaña costó en torno a 400.000, todo ese dinero no se gastó. Esa situación, probablemente, se traslade ahora. Con las expectativas de parlamentarios que tenemos, vamos a ahorrar dinero. Vamos a volver a gastar mucho menos del que tendríamos derecho a percibir.

Es la primera campaña en Andalucía en la que, además de los problemas nacionales y autonómicos, se habla de los griegos o venezolanos. ¿Ve componendas para dañar a Podemos?

Los 'escándalos' que nos sacan a nosotros se quedan en nada comparados con los que salen cada día sobre el PP y el PSOE. En el caso del señor Monedero, que además no era cargo público en aquella época, hizo una declaración de la renta que se demostró insuficiente y ha sido Podemos quien le ha dicho que hiciera la complementaria. Es un aviso y es la causa de lo que usted decía. Si nosotros le pedimos el máximo a nuestros compañeros, las grandes empresas y fortunas saben que cuando lleguemos al poder les vamos a hacer pagar lo que les corresponde. Aquí llevamos siete años de recortes brutales.

La UE lo que nos decía era que no se podía tener este déficit. La fórmula de los recortes de ha elegido aquí. Ni el PSOE ni el PP han cobrado los impuestos que no se pagan, que los técnicos de Hacienda cifraban en 40.000 millones de euros anuales. En el último año, hasta un incapaz como Montoro, que auspició la amnistía fiscal, ha recuperado 12.000 millones. Todos sabemos que las empresas del Ibex promedian un pago del 8%, cuando deberían andar por el 30. Las multinacionales, con artificios de central y matrices, sabemos por ejemplo que Starbucks paga el 2%. Si tú abres un bar, ¿cuánto pagas? Hay que cambiar leyes. Acaba de fallecer la duquesa de Alba y su patrimonio se estimaba en 3.000 millones de euros y no ha pagado absolutamente nada.

Esto entronca con el impuesto de sucesiones. El año pasado, 5.000 andaluces hubieron de renunciar a sus herencias por no poder hacer frente a la tributación correspondiente.

Sí. Es una ley que de repente carga con un 40% al contribuyente. Pero, claro, tenemos unas leyes fiscales que son un tontería que llevan al caso que le digo de la duquesa de Alba. Son un sitio lleno de agujeros por donde se escapan los ratones.

¿Eliminarán el impuesto de sucesiones en Andalucía?

Habrá que aplicarlo progresivamente, no de esa manera injusta y exagerada actual. Es una demostración más de qué Administración tenemos. Pasamos del 0 al 40% por estimaciones atrasadísimas de los valores catastrales. Es un disparate.

¿Y el tramo autonómico del IRPF, lo bajarán?

Le pongo el ejemplo de aquel que se le cayó la moneda en un lugar y se puso a buscarlo bajo la farola a sabiendas de que allí no estaba. Y lo hace únicamente porque allí no hay luz. Tenemos que iluminar toda la calle y ser capaces de recaudar donde debemos para no tener que subir y tratar de recuperar con otras cuestiones. Toda la calle ni tiene que tener luz y todas las monedas se tienen que recuperar, no sólo las de los que estamos bajo el foco de la Hacienda. No haría falta exprimirnos tanto a los pensionistas o a los que tenemos un trabajo.

Le dejo lanzar la idea que quiera...

El miedo al cambio es una flaqueza humana. No hay que cometer el error de tener miedo. No hay refrán peor que ése al que tanto apelamos de 'más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer'. Es la mayor tontería del mundo. Como la de que 'todo está inventado'.

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