Ayer dieron comienzo las reuniones de los representantes griegos con sus acreedores internacionales en Bruselas, como primer paso hacia un acuerdo sobre las reformas que Grecia debe implementar para desbloquear la llegada de más ayuda financiera. No obstante, no se esperaba mucho de esta reunión. Fuentes de la UE señalaban que el encuentro no generará ningún resultado espectacular y que la puesta en marcha de las reformas ni siquiera será discutida en esta etapa. Se discutirán los métodos de trabajo, pero las conversaciones acerca de la lista concreta de reformas que Atenas debe poner en marcha para obtener 7.200 millones de euros del rescate, se irá confeccionando en próximas jornadas. Es probable que la lista incluya las siete medidas propuestas por el nuevo Ejecutivo griego, entre las que se encuentra la activación de un ya legislado, pero nunca creado, Consejo Fiscal que supervise la política fiscal del Gobierno. También habrá techos de gasto en varios niveles del Gobierno y mecanismos correctores que se pondrían en marcha de forma trimestral si se sobrepasan esos topes. "Estas reformas, junto a docenas más, formarán parte del Plan Nacional de Reconstrucción y Crecimiento que presentará el Gobierno en abril", dijo un funcionario griego. "Impulsarán el presupuesto de 2015 y generarán ingresos durante el año". Mientras tanto, y haciendo referencia a la preocupación griega, el presidente del BCE declaraba ayer que las compras de activos por parte BCE podría estar protegiendo a los países de la zona euro del contagio de lo que suceda en Grecia. "Vemos una mayor caída en la rentabilidad de los bonos soberanos de Portugal y otros países que antes estaban en apuros, a pesar de la renovada crisis griega".
Si (
No(
