Volkswagen confía en un nuevo sistema de fabricación para alcanzar la supremacía mundial

El grupo montará 2,7 millones de unidades con este sistema este año, que serán 7 en 2018, al tiempo que se renueva su gama. El Passat, el Audi A3 y el Golf, por ejemplo, ya utilizan la arquitectura MQB.
VW entregó 10 millones de coches en 2014, un nuevo récord. Sólo Toyota alcanzó esos números, pero con un mayor beneficio por cada matriculación. De este modo, el beneficio operativo de VW fue de 12.700 millones de euros, después de haber vendido por valor de 202.000 millones, lo que sitúa su beneficio antes de impuestos en el 7,3%, acercándose ya al objetivo del 8% para 2018.
Los fabricante no dejan de investigar y buscar estrategias que les permitan reducir los gastos de producción, de tal forma que puedan invertir ese ahorro en avanzar en asuntos igual de importantes, como conectividad, seguridad, reducción de emisiones y sistemas autónomos. Ahora bien, hay observadores que considera que la arquitectura elegida por VW no dará el rendimiento esperado.
Las marcas que le dejan más margen son Audi y Porsche, con VW arrojando un beneficio por coche bastante menor. Para paliar esta carencia, la marca anunció en julio del año pasado un programa de eficiencia, que incluye la cancelación de algunos modelos que no venden lo esperado.
Otro reto que el grupo alemán tiene por delante es mejorar su rendimiento en el mercado de los Estados Unidos, donde sus ventas son equiparables a marcas minoritarias como Subaru. La ofensiva en este mercado incluye el lanzamiento de tres nuevos SUVs, incluido el nuevo Tiguan, fabricado con la citada arquitectura MQB en México.
Así, están las cosas. Por el momento, la realidad dice que Toyota vende tantos coches como VW, pero con un 50% más de rentabilidad. No parece que la japonesa vaya a pisar el freno, por lo que su supremacía, por el momento, no corre peligro.