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Una oportunidad para superar la crisis de UPyD

Una oportunidad para superar la crisis de UPyD

jueves 09 de abril de 2015, 14:16h

Primero fue Francisco Sosa Wagner, ahora nuestro diputado Toni Cantó, además de destacados miembros del partido como los también diputados Irene Lozano, Alvaro Anchuelo, o el portavoz de UPyD en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, Luis de Velasco, a los que se suman los 38 consejeros que en la convocatoria extraordinaria del Consejo Político Nacional del pasado 28 de marzo, que votamos en contra de la propuesta presentada por el Consejo de Dirección, y lo que entiendo más importante, una parte significativa de los afiliados y simpatizantes de UPyD, creemos errónea la estrategia del actual Consejo de Dirección ¿Todos estamos equivocados? Acaso, ¿no querríamos también lo mejor para el proyecto que representa UPyD?

Después de las elecciones europeas del pasado año, donde en ni opinión no obtuvimos un gran resultado, aunque algunos nos quisieran hacer ver lo contrario, se produjo la propuesta de un clarividente a la vez que lamentablemente ignorado Sosa Wagner, de llegar a un entendimiento con Ciudadanos. Propuesta, que aunque yo no compartía la forma en que se trasladó (a través de un medio de comunicación), sí que estaba de acuerdo con el fondo de la misma. Por desgracia las negociaciones que se entablaron poco después no llegaron a buen puerto, conversaciones en las que tengo que decir que yo no percibí por parte de nuestros representantes ningún tipo de predisposición a alcanzar acuerdos. Las razones del fracaso que se expusieron por la Dirección del partido fueron que éramos dos partidos muy diferentes, sobre todo en el nivel de transparencia, en la manera de expandirse e incluso en el ideario.

El planteamiento de pactos con Ciudadanos siempre ha estado presente en el devenir de UPyD; tanto en nuestros dos Congresos -recuerdo el discurso inaugural de Fernando Savater en el segundo de ellos- como en múltiples Consejos Políticos, en los que varios compañeros han propuesto algún tipo de acercamiento. Son testigos varios compañeros de la Dirección de UPyD en Castilla-La Mancha, que desde hace varios años me he posicionado a favor de conseguir acuerdos con Ciudadanos, opinión que a fuerza de ser sincero ha sido siempre minoritaria. En cuanto a las diferencias esgrimidas, es un dato objetivo, acreditado por organismos independientes, que tenemos mayores niveles de transparencia; que la manera de expandirse de Ciudadanos tampoco me emociona, aunque creo que si hubiéramos alcanzado un pacto, posiblemente esa forma de expansión no hubiese sido la misma; y en cuanto a nuestro ideario, es cierto también que no somos partidos exactamente iguales, que tenemos diferencias, pero creo que es más lo que nos une que lo que nos separa.

Por ello considero que, conservando nuestra marca, sí que hubiera sido posible y podrá ser el acuerdo por varias razones. La primera de ellas, porque era lo que querían y todavía quieren tanto una parte importante de nuestros propios votantes como los que no lo fueron; segunda razón, porque el momento histórico del país necesitaba y necesita la fortaleza de una alternativa fuerte y centrada frente a los dos grandes partidos, que no responda a aventuras populistas y rupturistas que representan otros; y tercera razón, porque con la consecución de algún acuerdo con Ciudadanos creo que no traicionamos nuestro manifiesto fundacional.

Por otra parte, es un hecho indiscutible que en UPyD fuimos pioneros en las ideas de regeneración política cuando nadie las planteaba y que nuestra lucha contra la corrupción (caso Bankia, caso Pujol) pienso que queda fuera de toda duda que ha sido ejemplar; pero no podemos esperar que por estas razones seamos los mejores y que si no nos votan los ciudadanos es porque todavía los españoles no han llegado a la madurez democrática ó porque el partido no nació en Dinamarca; Por el contrario, creo honestamente que sin prostituir nuestro ideario, necesitamos votos para poder aplicar nuestras ideas y cambiar de una vez por todas la vida política de este país, de lo contrario nos convertiremos en un excelente laboratorio de ideas pero muy probablemente nos convirtamos en un partido político minoritario o incluso desaparezcamos.

Como no podía ser de otra manera, respeto y acato la votación del Consejo Político, pero entiendo que también se nos debe respetar a los que no pensamos igual, siempre que tengamos presente que por encima de las divergencias, sobre todo de estrategia y de organización, esté el proyecto de UPyD. En este sentido confío en que el Congreso extraordinario que se celebrará este verano clarifique nuestro panorama y nos de bríos renovados bajo una nueva Dirección (encabezada por nuestra diputada Irene Lozano), pero antes espero que en las resultados, sería injusto que los magníficos candidatos que tenemos pagasen los problemas internos del partido, y tengo esperanzas en que en los lugares que nos presentamos, especialmente en los municipios, los ciudadanos recompensen el inmenso trabajo de nuestros concejales allí donde hemos tenido los últimos cuatro años representación, o el generoso esfuerzo que han desarrollado los compañeros en los lugares donde no la tuvimos.

Termino con una conversación que tuve hace pocos días con una compañera y que concluyó con una frase que me causo cierto desasosiego, "probablemente mejor hubiera sido quedarnos sin la patriarca antes que quedarnos sin los hijos (votantes), que es probablemente lo que pasará". Los nuevos acontecimientos, especialmente la presentación de la candidatura de Irene Lozano, me han hecho recuperar la confianza en que este negro presagio no se va a cumplir.

Jesús Manuel Ruiz Ormeño 

Consejero Político Nacional de UPyD

 

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