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El intraemprendedor: el 'superhéroe' de la empresa

El intraemprendedor: el 'superhéroe' de la empresa

Por Esther Carrión
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ecarriondiariocriticocom/8/8/22
miércoles 22 de abril de 2015, 10:32h
Muchos empresarios sueñan con uno. El intraemprendedor es una persona proactiva, constante y perserverante. Es un emprendedor que trabaja por la innovación y mejora personal y empresarial. 

La calidad y la productividad han sido siempre los factores fundamentales para alcanzar el éxito. Ahora irrumpe con fuerza la creatividad. El mundo empresarial vive un contexto tan competitivo que la innovación se ha convertido en motor de cambio. Cambios acelerados donde se necesitan personas con unas cualidades claras: proactividad, pasión, constancia y perseverancia.

Hablamos del denominado intraemprendedor, o emprendedor que trabaja dentro de las fronteras de una organización. Es el 'novio' que toda empresa quiere, un innovador potencial.

El intraemprendedor tiene una visión empresarial, una conducta emprendedora que aprovecha las oportunidades de negocio rentable, invierte su esfuerzo y tiempo para beneficio personal y de la marca y detecta éxitos donde otros ven fracasos. Él apostará siempre por liderar antes de ser liderado, por tomar la iniciativa antes de que la tomen por él. Podríamos decir, que es un agente de cambio, un empresario interno con ideas propias que facilita la mejora permanente de la empresa.

Asimismo, el 'intrapreneuring' también obtiene beneficios al pertenecer a una sociedad. Aprovecha los recursos económicos y humanos de la empresa y no vive la incertidumbre salarial del resto de emprendedores, ya que tiene una nómina a fin de mes.

Toda organización quiere un tipo de profesional como éste, pero no es tan sencillo. La empresa también tiene gran responsabilidad en que el intramprendedor desarrolle su capacidad creativa. Necesita un hábitat óptimo de libertad donde la sociedad fomente, facilite y potencie su talento.

El intraemprendedor debe sentirse propietario y no mano de obra. Sentir que siembra y recoge sus frutos y no los de otro. Por ello, la empresa debe adaptar un sistema meritocrático y adhocrático frente al tradicional. Un modelo que aliente a las personas con talento a poner en marcha sus virtudes y que permita crear pequeñas 'empresas' dentro de una sociedad. De la misma manera, la empresa debe ser tolerante al error, considerándolo fuente de aprendizaje y no un fracaso.

Algunas empresas tales como Gas Natural Fenosa, Orange y Aviva ya cuentan con iniciativas que incentivan el espíritu emprendedor de la plantilla. Google es el ejemplo claro de la apuesta por el intraemprendimiento: destina el 20% de la jornada laboral de sus trabajadores a que desarrollen proyectos propios.

Muchos responsables de recursos humanos y reclutadores de personal reconocen que hoy por hoy no buscan tanto la profesionalidad, sino el talento y la pasión por el trabajo. La proactividad da lugar a la innovación y, asimismo, a la diferenciación. Necesidad imperante en un mundo empresarial donde la competencia devora.

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