El embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, apoyó las razones que tuvo el mandatario para cancelar la mediación de Hugo Chávez en el acuerdo humanitario. Un vocero del Departamento de Estado de E.U. señaló además que la decisión de acabar con la mediación del presidente de Chávez es una decisión soberana del Gobierno colombiano
El conflicto que se ahondo en el último fin de semana entre el presidnete colombiano Álvaro Uribe con su homólogo venezolano, Hugo Chávez, se sigue "al minuto" por la población colombiana.
Los medios de comunicación reseñan en primera plana cada información relacionada con el tema.
El diario colombiano EL TIEMPO destacó hoy el respaldo estadounidense al presidnete Uribe, con la siguietne crónica.
"El gobierno de Estados Unidos hace dos meses, a través del Departamento de Estado, vio con buenos ojos la mediación en Colombia para conseguir el acuerdo humanitario. Así como lo hizo en esa oportunidad, Estados Unidos respalda a Colombia en la decisión de la cancelación de esa mediación y las razones que tuvo para ello", manifestó Brownfield.
El embajador recordó que la responsabilidad final de la vida de los secuestrados recae sobre la organización que actúa de forma repugnante
"El presidente Uribe es un amigo de E.U. y confiamos en que actúa pensando en el bienestar de su país y en consencuencia con los principios que se fijó desde el comienzo", dijo un vocero del gobierno de Estados Unidos, en la primera reacción de ese país desde que se desató la crisis entre los presidentes de Venezuela y Colombia.
Por su parte, el representante a la Cámara por el partido Demócrata James McGovern, defendió el papel adelantado en este proceso por la senadora Piedad Córdoba y abogó por la reanudación de la facilitación de Chávez en el tema del acuerdo humanitario.
Según Mac Govern, ella actuó con el convencimiento de beneficiar a las familias de los secuestrados y poner en otro contexto su gestión es "politiquería".
Reacciones en Colombia
Las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela nunca estuvieron en un punto más bajo luego del fuerte intercambio de acusaciones e improperios entre los presidentes Chávez y Uribe, según declararon en Colombia varios analistas y observadores, que reclamaron prudencia y moderación a los protagonistas.
La aguda crisis entre los dos gobiernos revela las profundas divergencias ideológicas de los dos mandatarios y deja en ascuas un fuerte intercambio comercial de unos 4.100 millones de dólares anuales.
''Esta es la situación más grave que se vive entre los dos países en los últimos años'', dijo el ex presidente Ernesto Samper (1994-1998), refiriéndose a que en el pasado las dos naciones han tenido fuertes impasses, pero nunca con los jefes de estado recriminándose como ocurrió en la víspera.
Esta crisis ''se soluciona con un encuentro lo más pronto posible entre los dos presidentes en cualquier parte del mundo, pero sincero, sin máscaras y pensando por los secuestrados y por la hermandad y la historia que hay entre los dos países'', agregó.
Para Wilson Borja, miembro de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes colombiana, el problema es ''tener a dos presidentes que tratan sus problemas a través de los medios. Es una cosa terrible. No pueden ver un micrófono porque se despachan ... y lo que creo que va a pasar ahora es que los que van a sufrir son los secuestrados y las dos poblaciones'' porque se dilata el canje de rehenes y podría haber una baja en la venta de alimentos a Venezuela, que ya sufre problemas de abastecimiento.
En los dos países necesitan ''con cabeza fría tratar (esto) para que de alguna forma se pueda retomar el curso de las relaciones y recuperar algo de esa confianza perdida por palabras tan gruesas como las que ellos dos se han dicho'', dijo la ex canciller María Emma Mejía.
Para el ex comandante de las fuerzas militares colombianas, Harold Bedoya, lo sucedido es consecuencia de ''una equivocación'' en Colombia al pedirle en agosto a Chávez ''resolver un problema interno como el de los secuestrados y el presidente Chávez quiso aprovecharlo y posicionarse como el que quiere resolver y el hombre de paz''.
''Esa equivocación terminó en una lucha, en una pelea (de los mandatarios) que lo único que puede generar a los dos pueblos es problemas'', aseguró.
El ministro de Industria y Comercio colombiano, Luis Guillermo Plata, aseguró que ''suspender (el comercio entre los dos países) no es nada sencillo para ninguno de los dos'' y que Venezuela es el primer comprador de productos como huevos, carne y leche a Colombia.
El ministro, entrevistado por la cadena radial RCN, dijo que hacían averiguaciones para saber qué exactamente significaba ese congelamiento de relaciones, anunciado por Chávez, y que por eso ''tampoco estamos en estado de pánico''.
El canciller colombiano Fernando Araújo dijo a la emisora que ninguno de los dos embajadores, el de Venezuela o el colombiano en Caracas, han sido llamado a consultas y que ''nos mantenemos muy tranquilos, muy abiertos y analizamos cómo vienen las cosas, pero no hay nada nuevo''.
Chávez anunció el domingo que colocaba las relaciones con Colombia ''en el congelador'', pero que no será él quien rompa los lazos diplomáticos con un país con el que comparte 2.219 kilómetros de frontera.
Uribe replicó horas después criticando lo que calificó de ''proyecto expansionista'' de Chávez, a quien dijo que no estaba interesado en la paz colombiana, sino en que ''Colombia sea víctima de un gobierno terrorista de las Farc''.
El cruce de reclamos se produjo a raíz de la decisión de Bogotá la semana pasada de poner fin a la mediación de Chávez ante las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, para lograr el canje de secuestrados en manos de los rebeldes a cambio de guerrilleros en prisión. Chávez dijo que esa suspensión fue un ''escupitajo en la cara'' y que Colombia merecía ''un mejor presidente, por lo menos más digno''.
En tanto, Marco Aurelio Peñaranda, alcalde de Cúcuta, principal paso fronterizo a Venezuela, informó que en esa zona ''todo está normal por ahora; no me han reportado ningún traumatismo''. Se calcula que diariamente cruzan de 30.000 a 40.000 carros para ambos lados.
''Los problemas entre los dos presidentes son cosas personales, aquí es otra cosa y eso no lo entienden en Bogotá y Caracas. Aquí tenemos familias de los dos lados, dependemos lo unos de los otros'', acotó.
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