Cardenal Terrazas pide paz y exhorta a no pensar en venganzas

Desde la primera misa de la mañana celebrada por el Cardenal, la Catedral se colmó de gente con fe que acudió, en vísperas de Navidad, en busca de unas palabras de orientación y aliento en un momento en que la población siente la crisis política y Navidad es un momento para reflexionar en las salidas posibles.

“Yo sólo quiero vivir en paz”, dijo Lourdes Céspedes, a quien le preocupa que los malentendimientos regionales y de sectores políticos no den buenas condiciones para que ella mantenga su trabajo como secretaria con el que sostiene a su familia. Por lo demás, sólo aspira a pasar las fiestas con los suyos en unidad.

Sobre este momento de conmemoración religiosa, el Cardenal Terrazas pidió que “no nos dejemos atrapar por el bullicio o por las luces que encandilan” y que nos preparemos para “recibir la Navidad con un espíritu y mentalidad nuevos”. Para el religioso, Dios le habla por igual a los de oriente y a los de occidente, “a todos los que creemos en Cristo, ojala después de esta Navidad pudiéramos realmente cambiar el estilo de nuestras relaciones, cambiar el estilo de nuestros diálogos, cambiar el estilo de confrontar ideas, antes de andar confrontando personas. Ojalá, la Navidad sea el inicio de una etapa de verdadera paz, de auténtica justicia para todos, de verdadera fraternidad, que vaya creando en nosotros el deseo de ser cada vez mas hermanos y menos limosneros”, acotó.

Terrazas convocó a despertar la fe “para que no seamos un pueblo humillado, siempre abatido, convulsionado. La Navidad es para que nuestra fe en el Señor de la vida se haga más patente, Él viene a salvarnos, entonces todo intento de mejorar tiene que ir en esta dimensión... Para que todo aquello que es segregación, exclusión, nueva o antigua no acontezca más, no pueda nacer a partir de nuestra fe y nuestras creencias”, reflexionó en una clara alusión a la realidad nacional.

El padre Raúl Arrázola, en la misa de 11.00, dijo así como Jesús dejó la intimidad de Dios para entregarse a los hombres, los seres humanos nos entreguemos al prójimo cotidianamente con muestras de amor y solidaridad que vayan más allá de las fechas navideñas.