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Publica 'Todos los días el fin del mundo' 

Jesús María Amilibia: 'Hay que volver al periodismo impertinente, con preguntas libres'

Jesús María Amilibia: "Hay que volver al periodismo impertinente, con preguntas libres"

> "La televisión ha creado unos monstruos, y se alimenta de ellos".     

lunes 18 de mayo de 2015, 09:00h
Jesús María Amilibia es uno de los periodistas de los que uno ha aprendido leyéndole. Domina todos los géneros, pero es un maestro de la entrevista. En él se cumplen dos requisitos que no todos los profesionales reúnen: escribir bien. Y como muestra, su último libro recién salido al mercado: 'Todos los días el fin del mundo', en el que hace un agudo, certero y demoledor retrato de la crisis. Siempre, eso sí, desde el sentido del humor consustancial en él.               
-¿Por qué este título?
- Porque parte de la dura realidad que nos ha tocado vivir. La actualidad diaria nos proporciona noticias alarmistas que auguran "el fin del mundo". He partido de noticias sacadas de la prensa. Y nadie se rebela.     

-¿Estamos en una sociedad conformista?

-Es una de las cosas que apunto: casi todo el mundo tiene miedo de lo que va a pasar. Y sobre todo, miedo también de que le quiten el puesto de trabajo, a los recortes...     

-Pero usted- o el protagonista de la novela- no aboga por las manifestaciones, las protestas en masa.    

-Es que a mi las masas me repelen, en el fútbol, en la calle...Y respecto al protagonista, no soy yo exactamente, pero es cierto que en toda novela el escritor plasma parte de su personalidad.  

-Este libro hace en su historial el número...  

-Tengo ya escritos una docena de novelas y más de veinte ejemplares, entre libros de humor, mas periodísticos, etc. El primero fue "Los fantasmas de barro", siguió "Yo periodista" y otros tantos.  

-¿Se siente más a gusto en el periodismo o en la literatura?

-Siempre he practicado ambas especialidades. La literatura tiene "otro tiempo", cosa que no es problema porque soy bastante organizado y metódico.

-¿Se escribía mejor antes? ( me refiero a los periodistas).

-Creo que sí, en general. En la época donde me formé, la redacción de PUEBLO, hacíamos un periodismo pegado a la calle, íbamos a los bares, a los sitios...Hoy se practica un periodismo frente al ordenador, de corta y pega.

-¿De quién aprendió especialmente? 

-De todos mis compañeros. Y es que yo me hice periodista haciendo periodismo, porque no tenía más remedio...  

-En Pueblo tuvo como director al maestro, según dicen, de toda una pléyade de periodistas brillantes: Emilio Romero. Pero ya fallecido, escribió un libro crítico con él.

- Es que no hay que confundir la admiración que sientas hacia un personaje, con la persona que hay detrás. Emilio Romero tenía muchas cosas buenas, pero también defectos como todo el mundo. 

-Defina con su síntesis habitual a estos periodistas: 

-Raúl del Pozo: Brillante. -Umbral: Brillante y literario. -Antonio Lucas: Escribe muy bien y es un gran poeta. -David Gistau: Además de buen escritor, está muy "pegado a la calle", con buen oído para palpar lo que se opina.

-Y ahora le preguntaré por un personaje polémico: José Maria García, compañero también de PUEBLO.

- Es un monstruo de la comunicación, capaz de hacer bien cualquier género periodístico, como en realidad hacíamos los periodistas de Pueblo. Podría estar en activo perfectamente. Es un hombre muy libre y un volcán de pasión periodística. Y muy amigo de sus amigos. Últimamente solo me lo encuentro en los tanatorios... Él siempre está ahí. 

-¿Le apasiona el mundo del espectáculo?

-Sí, pero no hay mayor espectáculo que la vida.

-¿Qué le parece la televisión actual y la prensa del corazón?

- La televisión ha creado unos monstruos, y se alimenta de esos monstruos. Yo hice un programa- en la década de los ochenta-"Bla, bla, bla" que hablaba de gente que hacía algo: podían salir Camilo José Cela, Palomo Linares o Antonio Gades. Hoy triunfa cualquier desconocido. Yo hacía crónica social, no periodismo "del corazón".

-Si le dejaran hacer un programa "de autor" ahora mismo ¿cuál sería?

-Un programa de entrevistas a fondo, sin miedo. Hay que volver al periodismo impertinente, hoy parece que está todo pactado. Al contrario del modelo norteamericano, en que todas las preguntas son válidas y libres.
 
-¿Le aburre la actualidad?

-Más que aburrirme, me hastía.Y sobre todo me cabrea lo de los nacionalismos: es un contrasentido político y humano. Vale que se quieran separar pero ¿por qué ese odio a España?. Un odio gerracivilista y visceral... Pero lo que más me agota de los nacionalistas es su pesadez. No comprendo que alguien se levante de la cama pensando en salir con una pancarta a pedir la independencia. 

-Dicen que es un maestro de las entrevistas, y siempre las acaba con una coletilla.

-Creo que he creado un estilo, consistente en capacidad de síntesis, con preguntas y respuestas cortas. Con el aditamento del sentido del humor, que es consustancial en mí. El humor es necesario para sobrevivir. Y la coletilla es "marca de la casa". Como usted es taurino, igual que una media de remate.

-Ya que ha mentado el tema de los toros, ¿qué le parece que hayan sido prohibidos en Cataluña?

-Soy contrario a todas las prohibiciones. Los toros no me gustan, pero los respeto. Es una tradición que hay que mantener, pero no todas las tradiciones: como lo de "El toro de Tordesillas". La Inquisición también era tradición, y sin embargo abominable. 

-Escribe sus entrevistas los últimos años en La Razón. ¿Se atrevería a definir a Paco Marhuenda?

- Yo nunca hablaré mal de mi director ni de mi periódico. Pero quiero remarcar que es digno de agradecimiento y un acto de generosidad que un periódico, con el que no necesariamente compartes su línea editorial, tenga a periodistas de diversa ideología. Un periodista no tiene que estar exactamente de acuerdo con la ideología del periódico, por eso la Razón es un ejemplo de liberalismo.

- A usted le habrán puesto muchas etiquetas.

- En este país si escribes y no te ponen etiquetas, es que estás muerto, querido. Es algo consustancial a España: ponerte etiquetas sin preguntarte antes...

-Hace poco ha fallecido Jesús Hermida. ¿Qué opinión le merecía?

-Últimamente estaba voluntariamente retirado, le había llamado para hacerle alguna entrevista y no se ponía. Era un gran periodista aunque lo traté poco, ya que cuando él se fue a Estados Unidos, yo entraba en Pueblo. Pero si coincidí más en  la época de Antena 3 Radio, junto a Manolo Martín Ferrand. Ahora todo el mundo le alaba, práctica común en este país, una vez te has muerto... 
-Otro "hermano" para usted fue el maestro Yale

-Lo fuimos porque coincidíamos en muchas cosas, entre otras, un programa de radio por las tardes de A-3. Juntos escribimos "El día que perdí aquello", que nos trajo muchos problemas con la censura. Era un pícaro, un bohemio y gran amigo.   

-¿Le va el calificativo de independiente?

-Es que no concibo el periodismo sin independencia. Reivindico el derecho a no creer en nada, a la acracia, a la indefinición. Soy un ateo político y religioso. Tengo más preguntas que respuestas.

-Por último, ¿Hay un antes y un después de cuando escribió el libro "El hombre atado"?

-Siempre hay un antes y un después tras algo importante que te haya ocurrido en la vida.

Claro y conciso.
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