Banqueros delincuentes

Al principio del decenio de los setenta, unos fondos de inversión estadounidense quebraron de manera estrepitosa, llevándose los ahorros de muchos de los soldados y oficiales del ejército que prestaban servicio en la bases que el país tenía repartidas por todo el mundo. El gran muñidor de la gigantesca estafa, que, naturalmente, se desplazaba en un avión privado, tenía una frase sabia como un principio: "Si quieres ganar dinero, trabaja con dinero", que me imagino que es la divisa obvia de cualquier banquero.

En Estados Unidos acaban de multar a varios bancos por conchabarse entre ellos para estafar a sus clientes en los movimientos de cambios de divisas. Entre los bancos no hay ningún tercera división: desde Barclays Bank a Bank of America, desde Citycorp  a Royal Bank of Scotland. La fiscal de Estados Unidos les va a imponer una multa cercana a los 6.000 millones de euros, lo cual me estremece, porque eso significa que habrán robado mucho más, y si la multa se ajusta a lo delinquido, pues mucho peor para los clientes de esos bancos, porque serán ellos, aunque todavía no se hayan enterado, quienes paguen a escote involuntario las posibles pérdidas, puesto que nadie se imagina a un  banquero estafador poniendo dinero de su patrimonio para restituir sus latrocinios.

Ya en el año 2012 le pillaron a Barclays Bank en una de esas tunerías delictivas, y prometió que no lo volvería a hacer más, pero hay banqueros que son como los violadores ante una mujer en un lugar solitario: no se pueden resistir. Ven dinero y se les apodera la lujuria.

Lo que no me explico es que a los responsables de estas descomunales estafas se les permita seguir siendo banqueros. Si a un docente reo de pederastia no se le permite que vuelva a estar en contacto con los niños, ¿cómo se autoriza a que estos ladrones sigan manejando el dinero de los demás? A no ser que haya permisividad y complacencia entre bomberos que no quieren pisarse la manguera.