‘Hedda Gabler’, la insatisfacción permanente

El montaje de Eduardo Vasco ha querido poner en el centro al autor y a los actores, y todo lo demás que allí sucede está a su servicio: desde la escenografía de Carolina González hasta el primoroso vestuario de Lorenzo Caprile, pasando por la iluminación de Miguel Ángel Camacho o la música de Ángel Galán.

Sobre el escenario, seis actores dando vida a otros tantos personajes. Ellos son Cayetana Guillén Cuervo en el papel de Hedda Gabler; Ernesto Arias, Jorge Tesman; José Luis Alcobendas es Eilert Lovborg; Jacobo Dicenta, El juez Brack; Charo Amador como Julia Tesman; y Verónika Moral, Thea Elvsted. Junto a ellos, un músico, Jorge Bedoya, que aparece y desaparece discretamente, para desgranar temas al piano que traslucen el estado interior de Hedda, en lucha permanente con las apariencias que se ve obligada a representar desde su posición social.

Del aburrimiento a la tragedia

Hedda es una aristócrata -hija del general Gabler- que acaba de casarse con Jorge Tesman, un hombre al que no ama. Parece un joven conservador, empeñado en sacar su cátedra en la universidad y obsesionado por ser padre de familia cuanto antes. La luna de miel de la pareja no parece haber sido un modelo de romanticismo porque Jorge ha pasado más tiempo buscando bibliografía para terminar su investigación histórica, que en el cuidado de los gestos y las atenciones de su esposa, Hedda. Las necesidades de esta han obligado a las dos tías de Tesman, a realizar un importante esfuerzo económico para mantener el nivel de vida de la aristócrata, siempre a la espera de que Jorge ocupe esa plaza como catedrático. Pero irrumpe en sus vidas un antiguo compañero y competidor, Lovborg, -examante de Hedda-, que parece ser un inesperado y serio competidor de la cátedra pretendida por su flamante marido. Hedda, movida más por el aburrimiento que por el interés por Lovborg, le provoca una recaída anímica que finalmente será también el principio de su propio derrumbamiento.

Cayetana Guillén Cuervo es una gran actriz y lo demostró en ‘El malentendido’, encarnando a Marta, la hermana del hijo pródigo que vuelve a casa después de 20 años de ausencia. Y una actriz magnífica -como la calificamos entonces- no deja de serlo de la noche a la mañana. Sin embargo, y a nuestro modesto entender, esta vez no acierta del todo, al menos no en todos los momentos de la obra, en donde hay que dar vida a un personaje tan contradictorio, tan voluble, enigmático, caprichoso y, a veces, imprevisible, como es Hedda Gabler, que es muy difícil encontrar el tono justo en cada momento cambiante de la obra.

La batalla de Hedda se libra en un cuadrilátero al que suben y bajan, aparecen y desaparecen los tres hombres que marcan su vida pasada, presente y futura: José Luis Alcobendas es un magnífico Eilert Lovborg; Jacobo Dicenta borda al juez Brack y Ernesto Arias, encaja también en el anodino Jorge Tesman. Ellos son las aristas necesarias de una sociedad machista que corta el vuelo a las ansias de libertad de Hedda Gabler, una mujer que nada entre el dolor de sus constantes contradicciones, el aburrimiento que le provoca la sociedad en donde está inserta y la incapacidad de salir de todo ello si no es con la muerte.

‘Hedda Gabler’, de Henrik Ibsen

Dirección: Eduardo Vasco

Versión: Yolanda Pallín

Desde el 24 de abril al 14 de junio

(Martes a sábado a las 20:30 horas y el domingo a las 19:30 horas).