Pocas bodas reales han resultado tan emotivas como la del príncipe Carlos Felipe de Suecia que se casó el sábado pasado no por amor, sino por amor desmesurado y pasión incontenible. La novia, lo mismo. Saltaban chispas en sus miradas. Lo que tiene el amor. Ella ha pasado de parecer una cabaretera de club de carretera a ser toda una princesa. Iba guapísima con su traje y, la verdad, la ceremonia fue de lo más emotiva.
En cuanto a las caras de las hermanas del novio, reveladoras. Se opusieron totalmente a esta relación ya que Magdalena es una de las mejores amigas de la ex novia del príncipe por lo que no le gustaba que su amiga, novia de su hermano durante diez años, fuera desbancada por la guapa Sofía. Así que, ya casados, con ustedes, Su Alteza Real la princesa Sofía de Bernardotte. Así cualquiera.
Si (
No(
