El adiós de Rosa Díez. UPyD busca su regeneración

Dos posturas antagónicas que se medirán el sábado en el congreso extraordinario de UPyD, en el que los 4.028 afiliados tendrán que elegir entre un proyecto "más abierto y poroso" y sin miedo a establecer alianzas con el partido de Albert Rivera y otro "enrocado" en lo contrario, explica la diputada Irene Lozano.

"Es absurdo" atrincherarse en esa posición cuando el escenario político que se ha abierto va en esa línea pactista, lo que además -recalca- no es incompatible con mantener la "independencia" del proyecto.

Sin embargo, para Herzog, que ha sido la mano derecha de Rosa Díez estos últimos meses y representa la vía "oficialista" de UPyD, es precisamente esa autonomía la que ha permitido al partido "luchar" en causas como Bankia, la corrupción política o denunciar "repartos" políticos en el Consejo General del Poder Judicial y otras instituciones.

Desde la libertad que da no estar sujeto "a ningún poder" es desde donde han podido llevar a la práctica sus compromisos electorales, insiste el candidato de Unidos por UPyD, que fue quien condujo en su momento las negociaciones fallidas con C's.

Por tanto, rechaza de manera categórica que la formación magenta "se diluya" en el partido de Albert Rivera y eso ocurriría -advierte- si UPyD da el paso de concurrir en coalición a las generales. Otra cosa son los pactos postelectorales, sostiene, como se han hecho anteriormente y a lo que no pone ninguna pega.

Lo que sí comparten los dos principales rivales es la necesidad urgente de hacer un partido "más participativo" y de modificar la estrategia de comunicación, que pasa por superar "la cultura del insulto", señala Lozano en alusión al que fue hasta hace unos meses el "número dos" de Díez.

Herzog, la cara de la acción judicial de UPyD contra Caja Madrid y Bankia, quiere mejorar ese aspecto de UPyD para ser un partido "más cercano", con un mensaje más directo y accesible con la militancia y con los ciudadanos, "y quizá menos intelectual", cuenta a Efe.

Y todo esto incluido dentro de una propuesta de transformación que incluye más de cincuenta puntos, el plan de renovación "más ambicioso" -recalca- de los presentados (cuatro en total).

Otra de las cosas que les une es el reto titánico de mantener a flote a UPyD y que no desaparezca del todo, como pronostican las encuestas.

Bastante optimista se muestra Lozano, que cree que igual que UPyD se ha desplomado en seis meses -a partir del desastre de las andaluzas- "puede crecer también en ese plazo" porque el partido "sigue en la cabeza de la gente" y en cuanto vea este nuevo proyecto recuperará el terreno perdido.

En seguida -augura- UPyD puede estar "perfectamente" en condiciones de mantener el grupo parlamentario en el Congreso porque la candidatura que representa tiene un planteamiento "más sólido" que los partidos emergentes y "cierta experiencia" institucional y parlamentaria.

Su oponente cree que es viable mantener la presencia institucional y "posiblemente" el grupo en la Cámara, aunque también es consciente de que quedan pocos meses para las generales.

UPyD está "muy vivo" subraya Herzog ante aquellos "apocalípticos" que dan por finiquitado este proyecto creado en 2007, un proyecto -subraya- que contrapone al que abanderan los partidos nuevos, que "cada vez se parecen más a los viejos partidos".