Los coches de hoy en día están llenos de software y sensores que ayudan a los conductores y facilita la conducción. La proliferación de la tecnología ha traído consigo nuevos peligros a bordo, y ésta es justamente la razón de ser esta nueva alianza de fabricantes.
El centro permitirá también la participación de empresas de ciberseguridad, lo que propiciará que las marcas estén siempre actualizadas sobre nuevos peligros.
La intención de los impulsores es que esté operativo a finales de este año, cuando también empezará a distribuir información a los fabricantes. Asimismo, esperan que se sigan uniendo marcas y otros actores del sector, como los fabricantes de componentes o empresas tecnológicas y de telecomunicaciones.
Otra pata del proyecto es la política, ya que la alianza pretende que se dote de protección que facilite el intercambio de información sobre ciberseguridad.
Google, que ha estado desarrollando, como todos sabemos, su coche autónomo, sería un buen candidato para integrarse en este proyecto. Sin embargo, las marcas de coches ya han mostrado su oposición a que el gigante tecnológico acceda a los datos y a la información que manejan los conductores.