Almagro: Como muestra, seis botones, de un Festival de Teatro de ensueño

Almagro es un pueblo modélico. Su Festival Internacional de Teatro Clásico también. Son ya 38 las ediciones que han pasado por allí (las cuatro últimas bajo la dirección de la actriz y directora Natalia Menéndez) y la ilusión, el entusiasmo, la complicidad de todo un pueblo no paran de crecer edición tras edición. No en vano se conserva en el hermosísimo pueblo manchego el más antiguo Corral de Comedias de nuestro país, y -lo más maravilloso de todo- es que está en un envidiable estado. Varios de los 54 espectáculos que han podido verse en Almagro entre los días 2 y 26 de julio se han representado en este histórico Corral de Comedias de Almagro. Otras, sin embargo, han pasado por el Hospital de San Juan, el Espacio Aurea (en la antigua universidad renacentista de la ciudad), el Teatro Municipal, el Espacio Miguel Narros o el Patio de Fúcares.

A lo largo de tres jornadas, hemos podido ver 6 de esos 54 espectáculos y, al menos estadísticamente hablando, pueden ser buena muestra de lo que los miles de espectadores manchegos y de otras latitudes han podido disfrutar. De ellas, y lo adelanto ya, dos han sido magníficas, incluso memorables. Dos más muy interesantes, aunque seguro que despiertan opiniones encontradas, una quinta sorprendente y, la última, prescindible.

Algunas claves

Vayamos de más a menos, desde lo que no debe dejar de verse a lo que, si se ve, hay que hacerlo con conocimiento de causa. Y, para no dilatar el comentario en el tiempo, no serán estas -como acostumbro a hacer- críticas fundamentadas, sino algunos breves apuntes sobre los montajes que, acaso, puedan servir de referencia si en la próxima temporada, o en lo que queda de esta, usted se encuentra con alguno de ellos y quiere ir a verlo:

‘Romeo and Juliet for 2’, un montaje en idioma griego, ha sido la ganadora del V Certamen Internacional Almagro OFF. Kostas Gakis, Athina Moustaka y Konstantinos Bibis, un músico y dos actores, tres artistas excepcionales que han sido capaces de transformar la tragedia de Shakespeare en una comedia divertidísima, llena de personajes, acción, emoción, sentimiento, inteligencia y teatro del mejor. Los dos actores y el músico introducen al espectador en una historia clásica, habilísimamente montada, descrita en lo esencial -el amor de los dos jóvenes-, pero complementadascon un sinfín de escenas protagonizadas por los actores, que se multiplican en varios personajes cada uno y con una perfección magistral, a pesar de su juventud, y con apenas unos cuantos enseres de atrezzo y con una escenografía prácticamente inexistente, pero con unapoyo soberbio de los espacios musical, de luz y de sonido. Laenergía que despliegan tanto los actores como el músico es verdaderamente contagiosa, y traspasa las barreras del idioma. De hecho, quien le habla no leyó ni un solo subtítulo, no entiende ni una sola palabra de griego y, aún así, no quiso ni pudo sustraerse a la emoción generada por cuanto sucedía en escena y vio como se le escapaba una furtiva lacrima al comprobar una vez más que el arte de Talía no morirá jamás con artistas como estos.

El ‘Don Juan Tenorio’, en versión del dramaturgo Juan Mayorga, que Blanca Portillo subió a principios de este año al escenario del Centro Nacional de Teatro Clásico, es aquí en Almagro, en el Hospital de San Juan, un montaje aún más imponente y sobrecogedor en un espacio tan magnífico. El acento que la actriz y directora de teatro ha puesto en subrayar lo despreciable de la figura del mito español más universal ha levantado tantas adhesiones como rechazos. Nosotros, ya lo dijimos en su día, y en estas mismas páginas, formamos parte de la primera legión: “Un ‘Don Juan Tenorio’ despreciable visto por Blanca Portillo en el CNTC”.

La visión de Eduardo Vasco sobre ‘El mercader de Venecia’,de William Shakespeare, en versión de Yolanda Pallín, pudo verse durante dos días en el Espacio Aurea. En la óptica de comedia romántica que ha sido adoptada por Vasco, quizás lo más destacado sea ver de nuevo a un intachable Arturo Querejeta, como el Mercader Shylock en la obra. El amor discurre paralelo al submundo financiero y, entre ambos, se interpone la ley. La comedia es interesante, despojada de atisbo alguno de lenguaje enrevesado o ininteligible y eso, aunque restará interés a los puristas, abre también Shakespeare a un público más amplio -incluso familiar- con el aliciente añadido de música para piano interpretada en directo por Jorge Bedoya con piezas de Schubert y Brahms.

La inclusión de un clarinetista (Víctor Mirallas), combinada con proyecciones de films de cine mudo con imágenes licenciosas y futuristas en un Auto Sacramental de Calderón de la Barca, ‘La cena del rey Baltasar’,es una combinación que, al menos,puede chirriar a los devotos de Calderón. El marco de la representación fue el Corral de comedias y el director del montaje fue Hermann Bonnín que, incluso, se permitió hacer un ‘cameo’ subiendo a escena como personaje mudo y sin una justificación clara -al menos para quien esto escribe-. Con todo, el meollo del Auto Sacramental es profundo y presenta un combate entre la Muerte y el Profeta Daniel, entre el pensamiento y el Rey de los caldeos, que se debate entre sus dos mujeres, la Idolatría y la Vanidad. El director ha querido, sin embargo, despojar de toda referencia religiosa el alambicado texto calderoniano, aunque en los momentos finales del montaje conserva una exaltación eucarística, barroca y contrarreformista, que choca frontalmente con todo lo que antecede. La obra es, sin duda, no apta para quien vaya buscando un rato de divertimento y, desde nuestro punto de vista, la contraposición entre la pasión del rey Baltasar y la frialdad de los personajes que le circundan restan unidad y coherencia a la propuesta.

‘Salpuri-Unravel’, en el Patio de Fúcares, un espectáculo de danza poética procedente de la República de Corea, cerró El After Classics en su primera edición del Festival. La propuesta escénica, de apenas veinte minutos de duración, es sorprendente y atrevida porque une la música tradicional coreana con la danza contemporánea. Espectáculo para minorías, fue seguido con verdadera reverencia e interés por todos los asistentes en la representación de la una de la madrugada del domingo 26. Sobre el Patio de Fúcares, el bailarín coreano Jin-han Choi,acompañadopor la intérprete musical del montaje, Chan-Yun atrajeron todas las miradas. El espectáculo es un ejercicio de improvisación, tanto musical como de danza, en torno a una ceremonia funeraria que se utilizaba para despedirse de los muertos. El bailarín lleva siete vestidos de distintos colores de los que se va despojando durante la obra para llegar “a la esencia final que es la fantasía”, dijo el bailarín en la rueda de prensa de presentación del montaje. La realidad es que esa fantasía final se concreta en un traje de Supermán que, a nuestro parecer, chirría un tanto con la propuesta poética del espectáculo, a no ser que sea un guiño humorístico, y ya se sabe que en esto del humor, el concepto varía mucho según las latitudes. En todo caso, reiteramos, se trata de una propuesta como mínimo sorprendente.

Y dejamos para el final el comentario sobre‘El burgués Gentilhombre’, dirigida por Eva Palacio, una obra que ya se estrenó en el Festival de Almagro y que coincide con el veinte aniversario de la compañía Morboria Teatro. A fuer de ser honesto conmigo mismo, pero también con usted, tengo que confesarle dos cosas: que la representación fue un éxito para el público asistente, pero, al mismo tiempo, lo mejor que yo puedo decir de ella es que es prescindible. Claro que, en todas las familias, incluso en la del Festival, hay siempre un garbanzo negro.