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OPINIÓN

Errores políticos de tirios y troyanos

JMM Caminero. Escritor

viernes 31 de julio de 2015, 19:10h

Cuando una entidad equis, sea del tipo que sea, se dedique a la actividad que se dedique ha recibido un contrapalo lo primero que tiene que hacer es examinar qué errores ha tenido. Incluso en tiempos de buenos beneficios tiene que autoexaminarse y buscar posibles errores e imperfecciones. Aplicable también a una persona.

1. ¿Ha sido un error que una persona ejerciese dos cargos políticos, de alto nivel, y remunerados? Comprendemos y entendemos que la función pública política y administrativa política no esté bien remunerada. ¿Pero es la solución que ejerza un doble cargo, por ejemplo, a nivel consistorial y a nivel de un parlamento, nacional o regional…? Más teniendo en cuenta como está la situación del país. A eso en algunos casos hay que sumar “cargos de cierta o de alta responsabilidad a nivel de su entidad política”. A eso añadamos las obligaciones de cada persona consigo misma, y las obligaciones con su propia familia. Y el descanso y el santo descanso. Es decir, hay que ser Batman o Superman para poder soportar tanta carga de trabajo y hacerla con suficiente eficiencia. Porque al final, aunque se tengan equipos de asesores, es “la persona que ocupa el cargo la que tiene que decidir”. Y para decidir hay que pensar, y para pensar hay que tener sosiego y tiempo y tranquilidad…

2. ¿No es un error que dos grandes entidades sociopolíticas e ideológicas que en casi todos los temas de gobierno están de acuerdo, y en más de uno de Estado, en vez de acercar posiciones, crear puentes, poner el diálogo como el instrumento de entendimiento, siempre o casi siempre, durante legislaturas, lustros estén en un continuo enfrentamientos dialéctico? ¿No sería lógico que las grandes formaciones sociopolíticas e ideológicas, al menos moderadas, de un color y de otro, se mirasen seriamente y analizasen más los puntos en común, o cercanos o similares, que serán más que los puntos diferentes, diversos y en disputa…? ¿No se ha exagerado ya en demasía el enfrentamiento y la confrontación, aunque sea dialéctica, aunque sea polémica, sea en los medios parlamentarios regionales y nacionales, sean en los medios de comunicación, sea en las calles entre vecindades y en los lugares de trabajo? ¿No sería ya el tiempo necesario de intentar curar heridas, de olvidar polémicas de hace muchas décadas, enfrentamientos de hace muchos lustros? ¿No habría que olvidar lo que le sucedió a tu bisabuelo o bisabuela e intentar todos mirar hacia el futuro, sin negar las diferencias, que crean riqueza, pero sabiendo todas los aspectos similares, parecidos, idénticos que se tienen…? ¿Mirar más el futuro que el pasado…? ¿Porque no olvidemos el dicho mientras dos perros están luchando por una presa, viene otro tercero y se lleva la carne?

3. ¿No es tiempo de hacer análisis racionales, basados en datos y en conceptos basados en las ciencias sociales o en el saber ortodoxo para analizar los aspectos de la sociedad, de la economía, de la política y de campos afines…? ¿Aportar ideas y datos y conceptos? ¿No estar situados en una constante polémica, no digo insulto, pero siempre en una constante negación de los méritos de la otra persona, de la otra ideología, de la otra práctica en la actividad pública…? ¿Un sistema, sea del tipo que sea, físico o material o social, sometido a una crítica tan grande y tan grave acaba en una crisis, coyuntural y esencial…?

4. ¿Sosegar los ánimos, sosegar el ambiente, sosegar los argumentos es la manera necesaria para que el bien público avance? ¿Si partimos de la premisa que nadie, persona o entidad colectiva o ideológica tiene la verdad absoluta y total, por tanto, hay que aprender del otro, del otro que aunque esté en otra posición, no tiene por qué ser el adversario y enemigo, sino alguien que piensa de otra manera, que tiene otra sensibilidad, otra concepción total o parcial de la existencia, etc.? ¿Por lo cual aprender y aprehender del otro, es una postura necesaria y racional…?

5. ¿Entre todos ayudar a construir, no a destruir, sea la construcción o destrucción de hechos o de palabras o de formas de actuar o de afectividades…? ¿Si el negocio de la rex pública es cosa de todos, entre todos podemos y debemos construir…? ¿Equivocarse es cosa de seres humanos, cuándo alguien se crea que tiene un hecho o acto erróneo, o una concepción errónea o equivocada de algo, práctico o teórico, se dice con sosiego, se dice con el mayor grado de paz, y se espera un diálogo…? ¿Ciertamente en la cosa pública, unos tienen la obligación de gestionar los asuntos públicos durante un tiempo, y otros tienen la obligación de oposición, pero una oposición racional y comedida y mesurada y sosegada por el bien de todos, del bien de la sociedad, del bien del ser humano concreto…?

6. ¿No nos engañemos las nueces están contadas, solo tenemos una cantidad de nueces en el cesto y dichas nueces ya están dedicadas a tal actividad o a tal otra, o dicho de otro modo tal dinero público ya se tiene que dedicar a tal entidad o a tal otra…? ¿Es decir, que a lo sumo que cada entidad pública, sea ayuntamiento o sea gobierno nacional o regional, a lo sumo no llega al diez por ciento, de dinero o de nueces que no tenga ya una partida, por tanto la capacidad de libertad y de juego y de indeterminación que se dispone es muy limitada…? ¿No engañemos al pueblo, porque no hacemos nada más que frustrarlo…? ¿Nadie niega que desde el poder político se pueden realizar muchas actividades y actos políticos y sociopolíticos, pero la mayoría ya están impuestos por obligaciones y por actividades que ya están comprometidas, por ejemplo, la paga de salarios de personas dedicadas a tal o cual actividad, el coste de mantener las infraestructuras, el coste de la realización de tal actividad…?

7. Hay que pensar en el bien común y en el bien general, y no solo en el bien de yo como individuo, o de yo como entidad sociopolítica o ideológica. Hay que armonizar el bien y los intereses propios, de personas o de entidad ideológica, con el bien común y el bien general. Armonizar el bien propio individual, con el bien colectivo-ideológico, con el bien común y general, con el bien del Estado…

8. ¿No caigamos, ni unos, ni otros, en la demagogia y en el engaño…? ¿En la función publica de la política solo cabe la buena administración, no se pueden hacer milagros…? ¿No se puede engañar al pueblo, y a sectores de la sociedad con actuaciones que en la mayoría de los casos son imposibles de conseguir, por falta de dinero, por la legislación nacional, por la legislación europea, porque el Estado es en muchos sentidos ya no es un Estado nacional, sino federal, y por tanto todo su poder no lo tiene él mismo, sino que ya forma, forma limitada de un Estado europeo semifederal…? ¿Se engaña al pueblo, diciéndole que se pueden cambiar ciertas normas y prácticas, cómo si aún todas estas normas y actuaciones dependiesen del mismo Estado, cuándo ya dependen de organismos políticos y administrativos europeos…?

9. Podríamos analizar otras razones, pero con esto es suficiente para pensar y observar y reflexionar, contrastar ideas y prácticas. Solo decir aquello que se dice del mundo antiguo griego, que dos ciudades Estados que llevaban décadas en guerra, y las mujeres perdían a sus hijos y a sus maridos y a sus padres, etc., decidieron hacer huelga de vaginas. Quizás, con ironía y sin ironía, las mujeres deberían empezar a pensar a hacer huelgas de vaginas para que sus maridos, novios, esposos, parejas de hecho, empiecen a buscar soluciones y medidas serias y profundas, que hagan pactos y se pongan de acuerdo para solucionar la enorme crisis económica, y quizás de no solucionarse ésta también se transforme en política e institucional, que como consecuencia está llevando a sus hijos a que no tengan trabajo con treinta años, que tengan que marcharse al extranjero, que muchos trabajen a medias jornadas, que no se vea futuro para la nueva generación, etc.

Quizás las mujeres y esposas y novias y parejas de hecho de un lado y de otro, de tirios y troyanos deberían empezar a pensar en huelga de vaginas… Quizás así despertarían del sueño de seguir pagando dividendos y plusvalías a los traumas de hace décadas, dejar de pagar intereses a los traumas de bisabuelos y bisabuelas que tirios y troyanos soportan sobre sus espaldas y conciencias y vidas y personalidades… Quizás, y sin quizás hay que olvidar para reconciliarse con uno mismo y con los demás y así poder construir un edificio del futuro entre todos…
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