Kiko ha viajado a Londres para llevar a su hijo al primer día de colegio. Bien hecho. Así sí. Se ha llevado a su novia Irene, que está embarazada y han ido todos juntos. Ya que se separaron, al menos que tengan la madurez de seguir siendo unos buenos padres.
Jessica ha ganado todas las batallas, incluida la dialéctica. Y lo ha hecho gracias a estar callada y no entrar al trapo de lo que más le gusta a la familia Rivera, estar a diario en los platós.