'Mano negra' contra Abel Caballero

El Ministerio Fiscal ha emitido un informe en el que se pide que se tome declaración, en calidad de imputado, además de a las cinco personas detenidas en 2014, a otro medio centenar de empresarios, funcionarios y políticos. Entre ellos, el recién elegido presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y alcalde de Vigo, Abel Caballero. Todo ello, en el marco del ‘caso Patos’, de presuntas contrataciones ilegales de limpieza, cuyo secreto del sumario acaba de ser levantado por la juez. Fuentes cercanas a Caballero, tras negar tajantemente los hechos, ven alguna ‘mano negra’ en la ‘oportunidad’ con la que se ha reabierto mediáticamente un caso en parte prescrito y en el que, para colmo, ninguna culpa tiene el alcalde vigués, acusado, al parecer, de haber aceptado ‘un reloj y una pluma’ de la empresa contratada para las limpiezas.

De acuerdo con medios de la alcaldía de Vigo, la pluma, nunca aceptada por el alcalde, fue devuelta por la empresa a la tienda donde se compró, como consta en las correspondientes facturas. Y el reloj ‘jamás existió’ y nadie lo recibió, por tanto, en el Ayuntamiento, a nadie le fue entregado, nadie conoce su existencia. ‘¿Dónde está pues la imputación, dónde alguna prueba de la culpa, cómo puede afirmarse que un reloj, que nadie ha visto porque patentemente no existe, es ‘de gran valor’?’, dijeron las fuentes consultadas por Diariocrítico. En la sede municipal viguesa se habla abiertamente de una ‘operación de desprestigio’ montada por la Fiscalía contra Caballero precisamente a raíz de su elección, este fin de semana, como presidente de la FEMP y tras no haberse formado una lista conjunta con el PP, además de con otras formaciones que sí entraron en el ‘pacto municipal’.

El escaso valor de las ‘corruptelas’ ni siquiera formalmente atribuidas a Caballero -un informe de la propia UDEF señala que la pluma, no aceptada por la alcaldía, se devolvió y el reloj no existe como elemento de prueba, ni recibo alguno que lo documente- obliga, pues, a pensar en la existencia de alguna trama que trata de desacreditar a Caballero o a la actual dirección de la FEMP, aprovechando el ‘curioso’ levantamiento del secreto de la ‘operación Patos’. ‘¿Por qué precisamente ahora? ¿Es esto luchar contra la corrupción?’, comentó un allegado a Caballero.