El extraño debate de un ministro frente a un candidato catalán: Margallo vs. Junqueras

Junqueras -que debatirá en castellano con Margallo- ha evitado 'calentar' el encuentro durante la campaña, recordando que se conocen de cuando los dos eran eurodiputados y afirmando que de este careo espera un intercambio de opiniones "educadísimo, interesantísimo y extremadamente pedagógico".

Este 'cara a cara' ha inquietado a algunos cargos populares, que temen que perjudique a la campaña del candidato Xavier García Albiol, aunque él ya ha declarado que le parece "fantástico" y que Margallo le consultó antes de decir 'sí'.

La dirección nacional del PP ha restado trascendencia al debate diciendo es uno de los muchos que ha habido en campaña, según el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado; y el presidente Mariano Rajoy ha considerado este martes "muy saludable" el debate porque puede aportar cosas muy positivas.

El jefe de la Diplomacia española consultó la posibilidad de celebrar este debate previamente con el director de campaña, Jordi Cornet, y según Rajoy, "lo importante" en una campaña electoral es lo que considere el director de campaña, ha afirmado en una entrevista en Onda Cero.

Preguntado sobre el 'cara a cara', el ministro explicó hace unos días que afrontaba la cita con "absoluta tranquilidad" y que ha estudiado todo lo que hay que estudiar.

Y en cuanto a si se siente respaldado por el resto del Gobierno, ha afirmado que se siente "respaldado por muchísimos españoles", asegurando a su vez que no tiene ninguna ambición personal en esto.

A su juicio, todos los argumentos que se han expuesto en contra de la independencia son "irrebatibles" y han sido confirmados por todos los dignatarios dentro y fuera de la UE.

Justo antes de empezar la campaña del 27-S, Margallo había asegurado en un acto en Barcelona que una Cataluña independiente quedaría fuera de Naciones Unidas, de la OTAN y de la UE, y Junqueras le retó entonces, en un acto casi simultáneo, a demostrar esa afirmación de que Cataluña saldría automáticamente de la Unión.

Antes de que empezara la campaña a las 00.00 horas de esa misma noche, Margallo le lanzó entonces el reto de debatir cara a cara las consecuencias de la independencia; Junqueras lo aceptó a los pocos minutos a través de Twitter, y empezaron las negociaciones sobre dónde debía celebrarse.

El jefe de la Diplomacia española aceptó el reto llegando a plantear la fecha del 23 de septiembre, cuatro días antes de las elecciones catalanas.