Rivera: “No hay nada más español que Ciudadanos en Cataluña”

Inés Arrimadas, con camiseta naranja- no podría ser de otro modo_, ha elegido el castellano ha sido el idioma elegido para abrir el acto de final de campaña. Una candidata nerviosa ante tal cita, ha comenzado agradeciendo las muestras de cariño que ha recibido durante toda la campaña.

La candidata ha definido su proyecto como la única alternativa responsable y con ilusión para hacer frente a los quieren “separar Cataluña de España” y frente al resto de formaciones que no han sabido explicar las razones de porqué es mejor estar unidos.

La jerezana ha arremetido contra el PP duramente, de Rajoy ha dicho que es incapaz de explicar la realidad de Cataluña y ha vaticinado que será el último presidente con mayoría absoluta de España.

No se ha quedado corta en descalificaciones contra el PSC, al que le he acusado de estar adherido a la causa independentista en numerosos municipios de Cataluña.

“Ciudadanos ofrece un voto fiable, que no duda, y que no juega a la ruleta rusa sin saber qué has votado”. “El voto útil de verdad para hacer frente a lista de Mas es el voto a Ciudadanos”.

Arrimadas ha seguido su discurso acusando de independentista al cabeza de lista de CSQEP, al que también ha acusado de estar proponiendo un nuevo tripartito.

La candidata de Ciudadanos ha perdido una oportunidad de iniciar su discurso, su primer último discurso de campaña para desprestigiar en lugar de defender su proyecto. Porque después de esas acusaciones, Arrimadas, ha reclamado que estos partidos tienen que apoyar a Ciudadanos para que lidere ese cambio.

Por fin Ciudadanos habla de lo que quiere ofrecer a los catalanes. “Yo voy a preguntar a los catalanes qué necesita”. “Eso es una Cataluña sin bandos y que se centra en las personas más que en las banderas”. Arrimadas habla de derechos sociales como los grandes olvidados de Mas, y que para Ciudadanos han sido su prioridad en este sprint final de campaña.

La candidata de Ciudadanos ha comentado irónicamente que ahora parece que Mas y Junqueras son los mayores defensores a la hora de mantener la nacionalidad española. A Arrimadas se le echa en falta un poco más de entusiasmo en su discurso. No le pedimos la dialéctica de su jefe Albert Rivera, ni la cadera loca de Iceta, ni la contundencia en las palabras de Albiol, ni lo farandulero y don de lenguas de Mas- de Romeva no sé qué decir-, pero es el momento de mostrar el entusiasmo en el discurso.

Es el turno del jefe, de Albert Rivera. Muy entusiasta defiende que faltan sólo 48 horas para que una mujer gobierno por primera vez la Generalitat y el “milagro de ser el primer partido con las manos limpias”. Con estos mensajes ha iniciado su participación en el acto el presidente de Ciudadanos. No nos van a tirar por un precipicio, vamos a reconstruir España y empezamos por Cataluña” Lastima que Rivera haya recordado a Mas autoproclamándose como el salvador de la patria. Rivera ha pedido a todos los que votaron la Constitución y a los que votaron a Felipe Gonzalez y Aznar. Rivera ha pedido el voto de socialistas y populares. “No habrá una España unida si no gobierna Ciudadanos”

Rivera, como hombre inteligente que es, ha aprovechado la ocasión como el PP, para hacer campaña para las generales. Ha recalcado que él se presenta a las generales para regenerar España. Al final el acto no se sabía si era por unas plebiscitarias, por unas autonómicas en Cataluña o unas elecciones generales. “Vamos a conjurarnos para que el 27S lloremos de felicidad”.

La multitud ha interrumpido a Rivera al grito de “presidente”. Muestra más de que la sombra de Rivera es alargada. El líder de Ciudadanos ha pedido el voto por los antepasados de los catalanes. Parece que Rivera no se ha querido quedar en pedir el voto de la gente que apoyo a Suarez, Gonzalez y Aznar, sino que apelando al sentimentalismo de “los abuelos que ya no están, pero están si votamos por ellos, por lo que hicieron, igual que los niños, votemos por ellos para que puedan seguir viviendo en Cataluña”.

Las últimas palabras se las ha dedicado a Inés Arrimadas, calificándola como una mujer preparada de sobra para el reto de presidir Cataluña.