La Unión de Oficiales cree que se debería desplegar el Ejército

“Los trágicos atentados de París evidencian la necesidad de afrontar una respuesta conjunta y coordinada por parte de la Unión Europea a la amenaza global del terrorismo fundamentalista, aunque ello suponga restringir o limitar algunos de nuestros derechos y libertades, como, por ejemplo, en lo relativo a comunicaciones y a la apertura de fronteras.

Nuestros principios y valores democráticos están lo suficientemente consolidados como para comprender la excepcionalidad de estas medidas, necesarias por otro lado para garantizar la seguridad de nuestra sociedad y evitar, en la medida de lo posible, el horror sufrido por la capital francesa.

Por tanto, en este escenario se hace imprescindible reforzar la seguridad en infraestructuras críticas o en puntos de gran afluencia de personas y cabría peguntarnos si sería conveniente incrementar el nivel de alerta antiterrorista al nivel máximo. En estos momentos, pese a los atentados de París, nos mantenemos en el nivel cuatro de la escala de riesgo antiterrorista. Entre las medidas correspondientes a este nivel de alerta se encuentra la de avisar a las Fuerzas Armadas para actuar en caso de que dicha alerta se incremente a nivel 5, lo que implicaría la inminencia de un atentado difícilmente evitable.

Ahora bien, cabría preguntar al Ministro del Interior que si lo importante es la seguridad de los ciudadanos ¿Por qué esperar a que la posibilidad de atentado sea inminente y casi inevitable? ¿No sería mejor reforzar desde ya la seguridad ciudadana con miembros de las fuerzas armadas, especialmente ahora que supone una preocupación tangible para los ciudadanos?

No aumentar el nivel de alerta antiterrorista y esperar a la inminencia del atentado para reforzar la seguridad en nuestras calles con el ejército parece que tiene más que ver con evitar la imagen incómoda de soldados de uniforme patrullando las ciudades que con una verdadera preocupación por nuestra seguridad, sobre todo con unas elecciones a la vista.

En este sentido, la Unión de Oficiales entiende que la máxima prioridad es garantizar la protección de los ciudadanos y de nuestras infraestructuras críticas utilizando para ello todos los recursos necesarios, incluyendo a las Fuerzas Armadas antes de que cualquier tipo de atentado nos lleve a lamentar la falta de previsión al respecto.

En su día ya propusimos que, del mismo modo que los guardias civiles en misiones militares se encuadran dentro de la estructura de las FAS, los miembros del ejército en misión de seguridad pública se encuadren dentro de la estructura de Guardia Civil y Policía Nacional a estos efectos. De este modo, se compensaría el déficit endémico de plantillas y recursos para poder garantizar la máxima protección posible a nuestro país en situaciones de máxima alerta.

Pese a ello, hay que ser conscientes de que no basta con el simple incremento de la presencia policial sin unos servicios de información plenamente operativos y capaces de prever las potenciales amenazas contra nuestra seguridad.

Sin embargo, aunque nuestros servicios de información gozan de un reputado prestigio profesional, ganado tras décadas de lucha contra el terrorismo, no es menos cierto que este

tipo de unidades, dada su alta especialización, son las más mermadas por los años de raquíticas ofertas de empleo público y bajísima tasa de reposición, por lo que se hace necesario invertir y potenciar cuanto antes a todos los servicios de inteligencia del Estado.

En cualquier caso, para combatir la amenaza terrorista qué mejor arma que apelar a la unidad de todas las fuerzas democráticas y exhibir la fortaleza de nuestros valores y principios frente al horror de la barbarie fundamentalista. Excelente muestra de ello fue el ejercicio de responsabilidad realizado por todas aquellas organizaciones que suspendieron ayer sus actos públicos en solidaridad con las víctimas de la tragedia.”