El presidente del Gobierno lleva casi dos semanas, las que han pasado desde los terribles atentados del viernes 13 en París, insinuando que nuestro país podría tener que asistir a Francia en misiones militares en el extranjero en la búsqueda de golpear a la yihad. Pero Rajoy sabe que eso tiene un precio político, y el pasado está bastante reciente con la Guerra de Irak y la caída del PP en las urnas por el histórico 11-M en Madrid.
Aunque el presidente ya ha dicho en algunas ocasiones que buscaría el consenso con los actuales líderes políticos, Pedro Sánchez del PSOE, Pablo Iglesias de Podemos y Albert Rivera de Ciudadanos, no piensa mover ficha en un momento clave. Y es que España, casualmente, se encuentra a menos de un mes de las elecciones generales, y su situación especial le impide tomar una decisión en caliente sobre sumarse a Occidente en la lucha contra el Estado Islámico, ya sea en Siria, Irak o donde tuviera que ser.
Es, por ejemplo, el tema principal que lleva hoy el diario 'El País', que cita "fuentes próximas al presidente del Gobierno", las cuales señalan que Rajoy descarta ofrecer apoyo militar a Francia antes de las elecciones del 20 de diciembre. El rotativo añade que si recibiera una petición concreta antes de esa fecha, se reuniría a los partidos políticos para consensuar la respuesta y luego votarla en el Congreso de los Diputados.
Ese especial y cuidado tiento es más que comprensible mirando al pasado, cuando la Guerra de Irak costó las elecciones de 2004 al PP, aunque con una acción terrorista determinante como fue el 11-M en Madrid. Si bien la situación no es demasiado diferente: los islamistas ya han recordado a Francia que bombardear sus territorios tienen un coste terrorista y, por cierto, citó el caso de España por su retirada de Ireak como ejemplo que debería seguir Francia.
Sin embargo, la presión hacia Rajoy es máxima: España no debe ceder al terror y no puede quedarse al margen de un frente internacional de Occidente contra el horror yihadista de Estado Islámico o del grupo terrorista que sea. Pero se prefiere actuar desde la máxima precaución, de momento. Por ejemplo, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo ayer que ni se ha "pedido nada en concreto, ni España ha ofrecido nada en concreto, entre otras cosas porque ya está colaborando activamente en la lucha contra el EI desde hace mucho tiempo".
Según fuentes gubernamentales que cita 'El Periódico de Cataluña', "en Moncloa se rechaza hacer "futuribles" en el sentido de no saber si el presidente francés, François Hollande, convocará a Rajoy, y si lo hace, según se añade, "ya se estudiará".
La oposición fija sus posiciones
El candidato de Podemos a La Moncloa, Pablo Iglesias, criticó ayer al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a cuenta de su propuesta antiyihadista. En una entrevista en TVE, Iglesias dijo a Rivera que no "hable a la ligera" de hipótesis sobre intervenciones militares contra el EI. "Con la vida de los soldados españoles no se juega", apuntó, además de advertir de la posibilidad de que "vuelvan en cajas de madera.
Posteriormente, Rivera invitó a Iglesias a sumarse al pacto antiterrorista. "Sería bienvenido que dentro de esos cambios de posición habituales de Podemos cambiara para esto", dijo.
Pedro Sánchez mantiene una habitual equidistancia. Esperará a que haya un consenso europeo y en todo caso, no tomaría una decisión extrema antes de acudir a las urnas.
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