"No a la guerra. Pásalo antes del día 20"

De verdad, en este país el porcentaje de tontos del baba supera con creces la media de todo el mundo y es tan solo similar al de Venezuela y otros territorios afines que seguramente habrán heredado nuestros genes desde la conquista hace más de 500 años. Aquí basta con que alguien lance un twit por internet promoviendo una manifestación sobre cualquier idiotez para que todos los muchachos de las pancartas y las banderas republicanas se pongan manos a la obra y se lancen a la calle esgrimiendo las consignas más peregrinas. Y lo malo no es eso, que al fin y al cabo el derecho de manifestación está recogido en nuestra Constitución y la libertad de expresión sigue siendo sagrada, lo malo es que consiguen hacerse un hueco en todas las televisiones y mañana, tarde y noche, todos los telediarios sacan repetidamente las imágenes de los cuatrocientos o quinientos pancarteros como si se tratara de una masiva y multitudinaria protesta. Y que, además, logran convencer a este pueblo somnoliento y dócil que ve despreocupado Sálvame y se cree al pie de la letra lo que dice JJ Vázquez, Mila o Kiko Matamoros, de que llevan razón.

La última, este fin de semana, ya lo han podido comprobar, ha sido la del “no a la guerra”. A mí me daba la impresión que sufría un “deja vu”, que las pancartas y las banderitas del PSOE y de la República ya las había visto en alguna que otra ocasión hace unos cuantos años. Entonces aprovecharon un masivo atentado yihadista en Madrid que le costó la vida a doscientas personas para cambiar en dos días un resultado electoral. Aquello fue una manipulación generalizada y masiva montada por algunos estrategas políticos que, sabiendo que no podían ganar en las urnas en una contienda limpia, había que reconducir el voto en un abrir y cerrar de ojos apelando a la sensiblería y la falta de cultura y formación tan habitual en el pueblo español. ¿Se acuerdan? “No a la guerra. Queremos un Gobierno que no nos mienta. Pásalo” Era la consigna que inundó en 24 horas todos los móviles.

Y funcionó, vaya que si funcionó. Tan bien que algunos están dispuestos a repetirla y Dios no quiera que en los viente días que restan para las elecciones generales, se produzca en España otro atentado como el de Atocha. Pero como a falta de pan, buenas son tortas, los de la pancarta ya han salido a la calle con su “no a la guerra” cuando aquí nadie y menos el Gobierno de Rajoy, que yo sepa, ha hablado de intervención militar alguna y se cuidan mucho de anunciar nada por el estilo al menos hasta que se celebren las elecciones. Imagino que a todos estos que salen con las pancartas y las banderitas por las calles los fines de semana no han sufrido en sus carnes en en la de sus familiares amenaza alguna por parte de los terroristas. Y añado que, además de gritar lo del no a la guerra también podrían pedir en alguna de sus pancartas que el Daesh o los diversos países islámicos, respetaran los derechos humanos y los derechos de sus mujeres, la libertad de expresión, de culto y otras nimiedades de las que aquí gozamos.

Comenzamos diciembre y la cosa se está poniendo la mar de calentita. Me lo estoy viendo venir. Vamos a tener que aguantar carros y carretas. Como las encuestas no cambien el actual rumbo que predicen e insistan en que el PP va a ganar y que podría gobernar con el apoyo de Ciudadanos (que es la hipótesis más probable diga lo que diga Albert Rivera), van a sucederse las manifestaciones antibelicistas como si le hubiésemos declarado la guerra a medio mundo. Todo ello adobado con serios programas de tertulias en los que se insistirá que si el PP gana las elecciones y gobierna, mandará inmediatamente contingentes militares a Siria como una reedición de aquel Pacto de las Azores que protagonizó el tan denostado Aznar. Y la gente se lo creerá porque, como suelen decir, “lo ha dicho la tele”, como si la tele fuese el oráculo de Delfos.

Solo espero que en esta ocasión no se utilicen malas artes como ha sucedido otras veces de ingrato recuerdo. Que el PSOE y su candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, mantengan una visión de Estado y eviten en lo posible la manipulación y la utilización de un asunto tan grave como la muerte de muchos inocentes a manos de los terroristas como arma electoralista para conseguir votos fáciles. Sé que otros partidos como Podemos sí que va a utilizar hasta el hartazgo este “no a la guerra” como eslógan para su concurrencia. Ya veremos si el electorado español se vuelve a dejar manipular o ha crecido en seriedad y madurez política en la última década, Sinceramente, lo dudo.

Y como sentenciaban Tip y Coll, la próxima semana hablaremos del Gobierno andaluz que anda perdido en la nada.