www.diariocritico.com
Los 20 mejores discos de 2015 (del 10 al 1)
Ampliar

Los 20 mejores discos de 2015 (del 10 al 1)

miércoles 09 de diciembre de 2015, 10:31h
Como cada año con el fin del año llega el tiempo de las listas y los repasos. Desde Diariocrítico volvemos a apuntar a una afición en la que nunca están todos los que son pero en la que sí son todos los que están, o al menos se intenta. Tras repasar las 40 mejores canciones del año (Del 10 al 1 / del 20 al 11 / del 30 al 21 / del 40 al 31) llega el tiempo de echar un vistazo a los 20 mejores discos del año, después de ver los puestos entre el 20 y el 11, llega el momento de contemplar los diez mejores. (Vea aquí las mejores canciones de 2014: Del 30 al 21 / Del 20 al 11 / Del 10 al 1 / 2013: Del 30 al 21 / Del 20 al 11, Del 10 al 1 / las mejores canciones de 2012: Del 10 al 1 /Del 20 y el 11 / Del 30 y el 21 / 2011: del 20 al 11 / del 10 al 1 / 2010: del 20 al 11 / del 10 al 1)

10. Grimes – Art angels

La continuación de 'Visions', uno de los discos má aclamados de lo que llevamos de década, se ha hecho esperar pero no ha defraudado. Claire Boucher se ha puesto el traje de Phil Spector y se ha sacado el disco definitivo de pop del siglo XXI. Ése por el que Taylor Swift y Rihanna matarían, pero es que, a diferencia de estas, Grimes controla todo su producto, desde la composición a la producción. Como bien ha explicado ella Claire Boucher es el Spector de la acuación y Grimes su particular Ronettes o Crystals. 'Art Angels' se abre de manera bombástica con 'Laughing and not being normal', una introducción que parece el comienzo de una particular película, en este caso un 'Manga' japonés. 'California' la ve abrazando la vena más comercial del pop y mandando un mensaje a una parte de sus seguidores ("Solo te gusto cuando estoy triste") pero para los que extrañan a la marciana de 'Visions' está 'SCREAM' un trallazo construído a partir de un poderoso riff (Boucher ha aprendido a tocar el instrumento para este disco) en el que la rapera taiwanesa, Aristophanes, canta en chino. También está la increíble 'Flesh without blood' o una nueva versión de 'REALiTi' para completar un disco que, además de ser pura diversión, demuestra que Claire Boucher/Grimes es la artista pop total.



9. Tame Impala – Currents

Mi primera impresión de 'Currents' fue de pequeña decepción, a pesar de que me habían gustado los adelantos del mismo, el disco me pareció flojo. En el fondo echaba de menos las guitarras. ¿Cómo es posible que el grupo que lideraba todo el rollo de la nueva psicodelia abandonara las guitarras y se pasara a los sintetizadores y el vocoder? Pero tras diversas escuchas me descubrí alucinando con temas como 'The less I know the better' o 'Cause I´m a man'. Claro que el tema clave es ese 'Let it happen' en el que sonando totalmente psicodélicos suenan como los Bee Gees en ácido. En el resto del disco se demuestra que su versión del 'Stranger in Moscow' de Michael Jackson no fue una curiosidad sino el comienzo de una nueva etapa. Puede que algunos se sientan traicionados pero yo me apunto.



8. Titus Andronicus – The Most Lamentable Tragedy

Los de New Jersey se han sacado de la manga un disco de esos que te devuelve la fe en el mejor rock and roll, tomando como modelos el seminal disco de HÜsker Dü, 'Zen Arcade', y el ‘Exile on main Street’ de los Stones. Se trata de un disco conceptual en el que la historia sigue las vicisitudes de un protagonista bipolar y esquizofrénico que se encuentra con su doble, todo bañado por un volcán musical en el que se pueden escuchar ecos de bandas como The Replacements, The Pogues (con versión incluída de ‘A pair of Brown eyes’), Thin Lizzy (en esas guitarras gemelas de ‘Fatal Flaw’), el Elvis Costello rey de la Nueva Ola (‘Mr. E Mann’ parece un single perdido de ‘Armed Forces’), los Dexy’s Midnight Runners (‘Come on, Siobhan’ solo se puede ver como un homenaje a ‘Come on Eileen’) o los propios Stones (‘Lonely boy’ sigue cosechando en los inagotables ‘Chuckberry fields forever’). Si estuviéramos en otros tiempos más favorables a los grupos guitarreros, este disco les convertiría en estrellas.

7. Julia Holter – Have you in my wilderness

Julia Holter era una artista de vanguardia de esas que tanto gustan a la crítica pero de las que costaba horrores escuchar un disco entero. Todo empezó a cambiar con 'Loud city song', un disco en el que se comenzaba a vislumbrar una compositora excelsa. Todo se ha visto confirmado con 'Have you in my wilderness', un disco en el que maravillosos arreglos musicales se dan de la mano con unas melodías perfectas. 'Feel you', Sea calls me home' o 'Betsy on the roof' la ponen al nivel (y este año por encima) de Joanna Newsom.



6. Sleater-Kinney – No cities to love

Esta década está siendo la de los regresos sonados, Bowie, My Bloody Valentine, D'Angelo y este de Sleater-Kinney. El trío no ha perdido un ápice de fuerza y ha vuelto a demostrar que son incapaces de entregar un disco que baje del notable. ‘No cities to love’ no solo mira desde la misma altura al resto de su discografía, sino que es lo mejor de la misma junto a ‘Dig me out’ y ‘The Woods’.



5. D’Angelo – Black Messiah

El regreso del 'Mesías negro' del neo-soul fue el último bombazo de 2014 y a muchos nos pilló fuera de juego, pero siendo un disco tan especial he decidido rescatarlo para esta lista. D'Angelo volvió y lo hizo por la puerta grande. Su inesperada publicación sorpresa a mediados de diciembre (en plan Beyoncé) le dejó fuera de la mayoría de listas de lo mejor del año (incluida la de este periódico) pero, según el propio artista, era el momento adecuado. Con EEUU envuelto en un clima de tensión racial como hacía mucho tiempo que no conocía, con las muertes a manos de la policía de varios jóvenes negros, con disturbios por todos los lados y una tensión que recuerda a principios de los años 70 cuando Marvin Gaye se preguntaba 'What´s goin´on' y Sly & The Family Stone le respondían 'There´s a riot goin´ on'. 'Black Messiah' se mira en semejante espejo e intenta responder a muchas de esas preguntas con frases rotundas como "todo lo que queríamos era una oportunidad para hablar, a cambio solo conseguimos que dibujarán nuestra silueta con una tiza". Pero no solo de temas sociales habla D'Angelo, también hace referencia a su pasado como mito sexual y a su decadencia física, "si me preguntas cómo me encuentro, espero que no sea sobre mi abdomen a lo que te refieres". Incluso ese'Black Messia' del título ha sido explicado, por Questlove y D'Angelo, no como una bravata tipo Kanye West sino como un ideal para todos los afroamericanos. Claro que si líricamente 'Black Messiah' es una maravilla, musicalmente ralla a la misma altura. Con Questlove otra vez en la mesa, el autor de 'Voodoo' vuelve a poner encima sus influencias, Sly Stone, Funkadelic y, principalmente, Prince, pero volviendo a destacar por encima de ellas su propia personalidad y sonido.



4. Father John Misty – I love you Honeybear

El ex Fleet Foxes parece haber estado escuchando su colección de discos de principios de los setenta de Cat Stevens, como ya demostró el año pasado con su versión de 'Trouble'. Su segundo disco bajo el seudónimo de Father John Misty es una acertada mirada en lo musical a la canción de autor más barroca y orquestada, sin olvidar, su mordaz sentido del humor que se demuestra en canciones como ‘The night that Josh Tillman came to our apartment’.



3. Courtney Barnett – Sometimes I Sit and Think, Sometimes I Just Sit

‘Sometimes I Sit and Think, Sometimes I Just Sit’ no parece un disco de debut, sino un grandes éxitos tras veinte años de carrera. Cuando salió el primer adelanto del primer disco de la australiana Courtney Barnett, ‘Pedestrian at best’, comenté que si el resto del material estaba a la misma altura teníamos disco 'indie' del año. Una vez escuchado el disco puedo confirmar que ‘Sometimes I Sit and Think, Sometimes I Just Sit’ es ese disco, y es que más que a primera obra suena a grandes éxitos de un artista con 20 años de carrera gracias a joyas como ‘Depreston’, 'An Illustration of Loneliness (Sleepless in New York)', 'Elevator operator' o 'Dead fox'. La australiana no solo es una compositora con gancho sino que, posiblemente, sea la mejor letrista de su generación dejando joyas como ese 'Dame todo tu dinero y lo convertiré en origami, cariñi'. Un disco atemporal que sería una maravilla en cualquier época que saliera.



2. Sujfan Stevens – Carrie & Lowell

‘Carrie & Lowell’ es un disco tan bonito que duele, que emociona y que finalmente embellece el alma. El creador de aquella maravilla que fue ‘Illinoise’ trae su disco más íntimo y personal, más desnudo, despojado de la electrónica de ‘The age of adz’ y de los arreglos orquestales de ‘Michigan’ e ‘Illinoise’, dejando al descubierto su faceta más folk y desnuda. La muerte de su madre se ha convertido en uno de esos momentos catárquicos que se convierten en arte. El resultado, el disco más bonito del año.



1. Kendrick Lamar – To Pimp a butterfly

‘To pimp a butterfly’ es un disco tan ambicioso que hace parecer pequeña su anterior obra maestra, ‘'good kid, m.A.A.d city'. Pero sobre todo ha hecho que el artista haya ampliado la paleta, su disco ya no es una película sobre Compton, sino una enciclopedia sobre la historia, la música y la lucha de los negros norteamericanos. Tocando todos los palos de la música negra de los últimos 100 años, del jazz al funk, del soul al hip hop. De Miles Davis, a Parliament, hasta llegar al inevitable Tupac Shakur, la figura que cierra el disco, con una entrevista en la que Lamar pregunta a su fallecido ídolo. Como el disco, Shakur no tiene todas las respuestas pero, desde luego, Kendrick hace las preguntas adecuadas. A pesar de su gran respuesta comercial, ‘To pimp a butterfly’ es un disco complejo que requiere tu completa atención, un disco difícil pero con múltiples recompensas, en definitiva un disco que no te da lo que quieres pero sí lo que necesitas. No es solo el disco del año sino, sencillamente, el mejor de lo que llevamos de década. (Vea también: Los 20 discos más importantes de la historia del hip hop)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios